Save the Children también cuestiona los centros de menores de Catalunya

La organización denuncia las privatizaciones, la sobreocupación y la falta de recursos humanos y materiales

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TERESA PÉREZ / BARCELONA

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Save the Children ha denunciado la situación que se encuentran los centros de menores de Catalunya debido a la falta de recursos humanos y materiales, la privatización de la gestión y la sobreocupación. Esta organización que protege los derechos de la Infancia, a través de un comunicado, ha recordado que "los poderes públicos habrán de protegerlos y decretar su ingreso temporal en recursos institucionales", según la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas.

En Catalunya hay casi 7.000 menores tutelados por la Generalitat que residen en familias o en centros públicos y privados. La queja de la organización se suma a las generalizadas que han planteado sindicatos, educadores y diputados de la cámara catalana sobre los menores tutelados por la dirección general de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA)

DENUNCIAS Y PROBLEMAS

La responsable de Save the Children Catalunya, Guiomar Todó, ha asegurado que "las continuas denuncias y problemas que envuelven los centros de menores son la prueba de que es necesario reformular este modelo de acuerdo con los estándares internacionales y su finalidad temporal y de protección a la infancia más vulnerable". El cuestionado sistema de protección a la Infancia en Catalunya provocó que, el pasado mes de febrero, el Parlament instara al Govern a crear una comisión mixta para reformar el modelo. La citada comisión, que se ha constituido con casi dos meses de retraso, ha celebrado dos reuniones previas antes de empezar a recabar la opinión de los expertos.

Save de Children exige a la DGAIA que "articule los mecanismos necesarios para garantizar que todos los niños y adolescentes tengan sus derechos protegidos de manera efectiva". La organización enumera los problemas que es necesario afrontar tales como el tamaño de los centros (excesivamente grandes) y la sobreocupación y la mezcla de perfiles de edad y también patologías. En algunos centros, los educadores han denunciados, la existencia de colchones en el suelo y hamacas en los espacios comunes para atender a todos los intenos. La entidad critica además la elevada rotación del personal porque "dificulta el ambiente de estabilidad y rutina que es necesario para desarrollar proyectos educativos integrales de los chavales residentes en los centros".