Satisfacción en el corro

Los alumnos de sexto juzgan asequibles las pruebas de competencias que hoy terminan

MARÍA G. SAN NARCISO / BARCELONA

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«Era fácil», dice una chica de sexto de primaria al salir del aula de las pruebas. «Quitando alguna pregunta trampa», apostilla otra. En general, el corro de alumnos que se forma en el pasillo del colegio Duran i Bas del barrio barcelonés de Les Corts está contento con el resultado de las dos primeras pruebas de sexto de primaria a las que se enfrentaron ayer más de 73.000 alumnos en Catalunya. «Otra cosa son los resultados», manifiesta la directora del centro, María Asunción Latorre. Y es que se trata de evaluaciones en las que de poco sirve haber memorizado durante el curso. Lo importante es tener interiorizados los conceptos y, sobre todo, estar muy concentrado para razonar.

Entre los alumnos del corro está Irene Morales, otra niña satisfecha con las pruebas. «La de catalán ha sido más fácil porque hemos hecho muchos ensayos en clase», comenta. En este examen, además de un dictado, tuvieron un fragmento de 'El jove Capità Garfi', de Pierdomenico Baccalario, y una adaptación de 'Els catalans que van fer les Amèriques', de Sebastià Sorribas. A partir de estos dos textos, debían responder una serie de preguntas. «También hice una redacción de ciento y pico palabras», explica la niña.

Por el contrario, a su compañero Guillem Vázquez le fue mejor el examen de matemáticas. A la pregunta de si es porque se le dan mejor o porque era más fácil responde que «un poco de las dos cosas». Seguro de sí mismo, cuenta que le dio tiempo de sobra a repasar las respuestas. En total, tenían 32 preguntas con cuatro posibles respuestas. En otra hoja debían marcar con una equis aquella que considerasen correcta.

«Ha sido un poco difícil repasarlo y comprobar las respuestas porque eran en una hoja aparte», lamenta Franc De Cruz, alumno de la escuela Betlem de Premià de Dalt al que, al igual que Morales, le pareció algo más complicada la prueba de matemáticas que la de catalán. En su caso, porque el examen fue más largo y las operaciones le costaron «un poco». Morales llevaba peor las partes de la prueba donde se pedía justificación en la respuesta.

«En matemáticas no había nada farragoso, sino que eran estimaciones y cálculo mental», explica uno de los maestros del colegio, Ángel Martínez, al que le han parecido unas pruebas muy interesantes por los contenidos. «Les obliga a pensar y a esta edad es un poco complicado», reconoce.

A Latorre también le parecen pruebas buenas para los alumnos. «Miden la capacidad para razonar y para aplicar los conocimientos a la vida», explica. «Esto es un proceso importante en el aprendizaje. No son respuestas mecánicas. Tienen que tener los aprendizajes básicos bien interiorizados». Ambos docentes están de acuerdo en que la concentración que tenga el alumno para asimilar las preguntas es crucial para hacer las pruebas satisfactoriamente.

La séptima y ¿última?

Las pruebas de sexto, diseñadas por el Consell Superior d'Avaluació, evalúan las competencias básicas al acabar el último curso de primaria. Los resultados permiten a los 2.217 centros catalanes que participan ver cuáles son sus puntos débiles y cuáles los fuertes. Esta edición es la séptima y de seguir vigente la LOMCE el año que viene habrá sido también la última, ya que la 'ley Wert' prevé una evaluación estatal para sexto de primaria.

Hoy, los niños realizarán las últimas dos pruebas: lengua castellana extranjera. La mayoría hará inglés, ya que solo 324 alumnos se atraverán con el francés.