Sant Cugat protege a los usuarios del móvil en los pasos de cebra

Utilizar el móvil perjudica seriamente la salud. Al menos cuando se camina mirando fijamente la pantalla. Este es el punto de donde ha partido el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès a la hora de reforzar la seguridad de los peatones que van enganchados a sus teléfonos o tabletas digitales. Para evitar males mayores, y como primera prueba en el municipio, el consistorio ha instalado un sistema semafórico en el suelo del cruce de la plaza de los Quatre Cantons con el fin de advertir a los peatones que no levantan la mirada de cuando no pueden cruzar.

El dispositivo es bien sencillo. Se trata de un sistema de luces led que se han instalado en la acera, justo antes de cruzar la calle, y que están conectadas al sistema de semáforos de la plaza. Cuando el semáforo de peatones se pone colorado, las luces rojas del suelo también se encienden, advirtiendo de la prohibición de cruzar.

El emplazamiento elegido es el único punto donde el eje comercial peatonal de la ciudad, formado principalmente por las calles Santa Maria y Santiago Rusiñol, tiene una brecha, la de la calle de Francesc Moragas, donde circulan los coches. Por este motivo, se ha optado por implementar este sistema, que ya funciona con éxito en algunos puntos de Alemania Alemania.

PLAN DE PREVENCIÓN

La idea se engloba en un plan de prevención de accidentes a escala municipal, donde el consistorio vallesano está llevando a cabo algunas actuaciones para mejorar la iluminación de los pasos de peatones en toda la localidad y promover de este modo la seguridad de los peatones. Siguiendo con el proyecto para implementar el concepto de Ciudad Inteligente, el ayuntamiento ha dado un paso más con este nuevo paso de peatones.

Fuentes consistoriales aseguran que no han registrado un incremento de los accidentes con peatones a raíz del uso de dispositivos móviles mientras se camina, sino que se trata de una acción preventiva para evitar males mayores y reforzar la seguridad mientras se camina por la ciudad. De este modo, los adictos al Facebook o al WhatsApp no tendrán que levantar la mirada de sus teléfonos, si no quieren, para cerciorarse de si es seguro cruzar la calle, dado que las luces quedan estratégicamente situadas dentro de su campo de visión.

La instalación de las luces ha tenido un coste de 5.000 euros que ha asumido íntegramente el ayuntamiento. Si es exitoso, se prevé instalar más dispositivos similares en otros puntos muy concurridos por peatones como es el caso de la avenida de Lluís Companys o la Rambla Ribatallada.