Investigación criminal en Majadahonda

La sangre hallada en la 'casa de los horrores' de Madrid es humana

Un agente de la Guardia Civil, durante el registro del lunes en la casa adosada de Majadahonda.

Un agente de la Guardia Civil, durante el registro del lunes en la casa adosada de Majadahonda.

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Los restos de sangre que la Guardia Civil ha localizado en la casa de Majadahonda (Madrid) en la que vivía la inquilina desaparecida a principios de mes, presuntamente asesinada por su casero, eran humanos, aunque los agentes aún no han podido determinar si se corresponden con la misma mujer. La sangre se encontró en forma en manchas en la pared, en una bañera, en los desagües y en una trituradora de carne. En el segundo registro, efectuado el lunes en presencia del casero y principal sospechoso de la desaparición, así como de su abogado, volvieron a encontrarse nuevos restos y otras muestras biológicas (fibras y pelos).

Por el momento, la Guardia Civil investiga el caso de Adriana G., ya que es la única persona cuya desaparición se ha denunciado, aunque los investigadores cuentan con el listado de los últimos inquilinos del detenido y comprobarán si alguno de ellos también ha desaparecido. También se investigará más adelante si una tía del arrestado, que es la dueña de la vivienda que él alquila, está ingresada en una residencia, como él aseguró, o ha muerto.

En cuanto a la sangre detectada, fuentes de la Guardia Civil explicaron ayer que se trata de una cantidad escasa y con apariencia de haber sido lavada con lejía o algún otro producto de limpieza, lo que puede dificultar la obtención de ADN en las condiciones adecuadas para ser comparado con el de la familia de la desaparecida y así determinar si es efectivamente suya.

En el registro del lunes, que se prolongó durante todo el día, participaron agentes de Criminalística y perros adiestrados. El detenido, llamado Bruno, de 32 años y nacionalidad española, se mostró en todo momento «tan frío y distante como desde el principio», sin colaborar con los agentes. Desde su detención el pasado día 7, acusado inicialmente de haber podido participar en la desaparición y posteriormente de homicidio, el arrestado no ha reconocido ser el culpable ni ha ayudado a los investigadores.

En su domicilio de Móstoles, a 20 kilómetros de Majadahonda, se encontró el móvil de la desaparecida, mientras que en las inmediaciones apareció el coche, por lo que los investigadores trabajan con la hipótesis de que mató a la mujer, la descuartizó, la metió en bolsas y tiró los restos a la basura. Desde hace días se inspeccionan tanto el vertedero de Majadahonda como el de Pinto en busca de posibles restos humanos.

SIN ANTECEDENTES POLICIALES

La Guardia Civil ha comprobado que el detenido es un hombre con problemas psiquiátricos que ha estado ingresado en alguna ocasión por este motivo, pero según las mismas fuentes nunca ha estado en busca y captura para ser internado. Aunque no cuenta con antecedentes, hace tiempo la policía tuvo que acudir a su domicilio de Móstoles porque, según relataron sus allegados, no se había tomado la medicación y estaba muy alterado. Solo tuvieron que calmarlo.