ASAMBLEA PLENARIA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA

Rouco se despide con críticas a los políticos

También alerta de que "la nación española está amenazada por posibles rupturas insolidarias"

ANTONIO M. YAGÜE / Madrid

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El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, se ha despedido de sus doce años al frente de la jerarquía católica con un discurso frío y plano en el que ha pasado revista a sus iniciativas y ha cerrado con críticas a la clase política.

"El nivel intelectual del discurso público es más bien pobre, afectado por el relativismo y el emotivismo", ha dicho el cardenal de Madrid al inicio de la asamblea plenaria que elegirá mañana a su sucesor. Rouco llegaba de presidir el funeral en memoria de las víctimas del 11-M en la catedral de la Almudena de Madrid.

España amenazada

También ha apuntado que la "nación española se encuentra con graves problemas de identidad, amenazada por posibles rupturas insolidarias". Y ha advertido de que el matrimonio y la familia están atravesando una crisis profunda".

Una vez más, el cardenal ha lamentado la "crisis profunda" del matrimonio y la familia, el "envejecimiento" de la sociedad y la cultura "disgregadora y materialista del tener y disfrutar".

"La situación no es fácil", ha enfatizado Rouco en su discurso inaugural de la CIII Asamblea Plenaria de la CEE, aunque ha afirmado que los obispos españoles no van a ahorrar esfuerzos para "abrir nuevos caminos al Evangelio" y para estar "en un verdadero estado de misión permanente".

La crisis económica ha estado presente, asimismo, en el discurso de Rouco, que ha situado el tratamiento de este tema en el marco de "la honda crisis religiosa, moral y cultural" que vivimos y que afecta de manera especial a las familias, los jóvenes y los emigrantes.

"Queda mucho por hacer"

Así, ha criticado que "la tutela del derecho a la vida" se haya enfrentado en los últimos años a "nuevos desafíos", tanto en los comienzos de la existencia como en los finales de la misma, y ha denunciado la "ilicitud" de la reproducción humana artificial y sobre las "prácticas injustas" autorizadas por ley en España sobre ese tema o sobre o la regulación del aborto y del proceso final de la vida.

En cuanto a la educación, Rouco ha aseverado que la familia es "el sujeto primario" de la misma pero también necesita de la escuela y, en su caso, de la Iglesia. Ha resaltado que el Estado debe velar por que todos tengan acceso a la educación y que sea de calidad, pero que aquél no puede sustituir a la familia ni a la sociedad en la tarea educativa" y ha abogado por el derecho de los padres a elegir la educación religiosa de sus hijos.

"Se ha hecho mucho" pero "queda mucho más por hacer", ha resumido el cardenal arzobispo de Madrid, que ha concluido reflexionando sobre si sería "conveniente" renovar los estatutos de la CEE para "una mayor participación" de todos sus miembros, y asegurando que la gran tarea pendiente es la de "la misión", a la que invita el papa Francisco.