La formación de los docentes (2)

Rigau ha eliminado en 2 años la partida de reciclaje de profesores

Una profesora de primaria, con sus alumnos en un colegio de Montcada i Reixach.

Una profesora de primaria, con sus alumnos en un colegio de Montcada i Reixach.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
BARCELONA

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Hay que cambiar el chip, insiste la Conselleria d'Ensenyament. Ya no vale, para que los maestros se reciclen, con asistir a seminarios, cursos y conferencias de las disciplinas más variadas, que es lo que se ha hecho toda la vida. Ahora, la puesta al día de conocimientos y la renovación docente pasan por una nueva modalidad de aprendizaje: la formación interna en el centro. O lo que es lo mismo, el intercambio de experiencias con los compañeros, las sesiones monográficas de los miembros de un mismo claustro impartidas por un experto externo o preparadas por los profesores con materiales recogidos en internet...

Este es el nuevo sistema de formación permanente de los profesores que la Generalitat empezó a poner en marcha el curso pasado y que va implantándose, despacio, en las escuelas catalanas. De momento, Ensenyament no facilita datos globales sobre la experiencia.

Pero nuevos modelos al margen, lo cierto es que el presupuesto previsto por Ensenyament para el 2014 en el capítulo de formación del profesorado será un 78% más bajo que el del 2012, que, a su vez, ya supuso un recorte del 81% respecto del ejercicio anterior. En resumen, de los 4,5 millones de euros que se asignaron a cursos formativos de docentes en el 2011 se pasa a solo 181.000 euros el año que viene, lo que suma una mengua global del 96%.

CONTRADICCIÓN / «Si lo que se persigue es la mejora del sistema educativo, está claro que con una partida como esta no se va a conseguir el milagro de los panes y los peces», avisa Irene Balaguer, presidenta de la Associació de Mestres Rosa Sensat, dedicada desde hace 45 años a la formación permanente de profesores.

En su opinión, no tiene sentido volcar todos los esfuerzos en la formación inicial de los futuros docentes a través del plan de mejora del profesorado puesto en marcha este curso, del que EL PERIÓDICO informó ayer, si al mismo tiempo no se fomenta el reciclaje de los que están ahora en ejercicio, unos 100.000 profesionales en Catalunya. «La mejora de la formación inicial no se notará en las escuelas antes de 10 o 15 años, pero mientras tanto vamos viendo cómo las generaciones de maestros que ya están en activo no pueden no pueden acceder al estudio continuado, que es fundamental para el buen desempeño de la profesión», indica Balaguer.

«El problema de la formación interna en los centros es que para ser de calidad tiene que estar bien liderada», observa Ismael Palacín, director de la Fundació Jaume Bofill, especializada en estudios educativos. Los colegios, advierte Palacín, deberían de hacer una buena planificación previa de sus necesidades formativas, «pero la dinámica del día a día es ahora tan inmediata que no pueden, encima, atender este asunto».

«La idea de la Conselleria d'Ensenyament, que es una buena idea porque nos pondría al nivel de los países más avanzados, tiene sin embargo un problema de financiación insuficiente», agrega el director de la Fundació Jaume Bofill, que considera que, de momento, las acciones que ha puesto en marcha la Generalitat en lo relativo a formación continua del profesorado «se han visto más como un recorte que como un avance».

MODELO DE ÉXITO / «Tanto que hablamos de evaluaciones y de auditorías y se da la circunstancia de que no se ha hecho una buena evaluación del propio sistema», lamenta la presidenta de la asociación Rosa Sensat. «Quizás, si lo hubiéramos hecho, habríamos visto que, al menos en lo referente a la formación permanente de los docentes, sí hay cosas positivas, que se podrían haber mantenido», afirma.

En lugares como Shanghái, con un sistema educativo situado en la parte más alta de la clasificación de las pruebas PISA 2009, un profesor de primaria dedica el 70% de su horario laboral a impartir clases, mientras que el 30% restante del tiempo que pasa en el colegio lo destina a la preparación de las clases y, atención, a mejorar sus competencias docentes, ya sea a través de internet o simplemente asistiendo a las clases de otros compañeros.

El sistema no solo funciona en China. «En otros países más próximos al nuestro, con culturas mucho más similares, se practican métodos de observación incluso de personas de fuera del colegio», agrega Ismael Palacín.