crisis sanitaria

Repatriada a España una médica con alto riesgo de contagio de ébola

Un trabajador sanitario desinfecta la zona donde había caído un hombre sospechoso de estar afectado por el virus, el pasado día 14, en Bamako.

Un trabajador sanitario desinfecta la zona donde había caído un hombre sospechoso de estar afectado por el virus, el pasado día 14, en Bamako.

MANUEL VILASERÓ / MADRID

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El ébola vuelve a poner a España en estado de alerta. Una cooperante de Médicos sin Fronteras (MSF) que tuvo un contacto de alto riesgo con un infectado por el virus ha sido evacuada de Bamako (Mali) esta madrugada y llegará hoy a Madrid a primera hora de la mañana para ingresar en el Hospital Carlos III. La mujer, una médica joven nacida en Navarra, se pinchó la madrugada de ayer con una aguja que había utilizado en un paciente al que estaba tratando. Con ella serán cuatro las personas repatriadas a España por el virus desde que se inició la epidemia en África Occidental.

Al tratarse de un contacto muy reciente, no serán necesarias las aparatosas medidas de aislamiento empleadas con los dos misioneros de la Orden de San Juan de Dios. La enfermedad no puede desarrollarse hasta pasadas 48 horas después de producirse el contacto y este tuvo lugar entre las tres y las cuatro de la madrugada del jueves. Tampoco deberá ser ingresada en las habitaciones de aislamiento del centro sanitario madrileño ni los enfermeros deberán llevar trajes de protección.

AISLAMIENTO RELATIVO

Según explicó anoche el portavoz del comité de gestión del ébola, Fernando Simón, la cooperante tendrá en mismo régimen de vigilancia de las personas que mantuvieron contactos de alto riesgo con la última ingresada, la auxiliar de enfermería Teresa Romero, como su marido y el médico que la atendió en urgencias del hospital de Alcorcón. Es decir, permanecerá en cuarentena 21 días y, si entonces no ha desarrollado la enfermedad, recibirá el alta.

La repatriación no se ha realizado en un avión del Ministerio de Defensa, como ocurrió con los misioneros. A pesar de que un aparato estaba listo para volar a Bamako, MSF prefirió utilizar el avión medicalizado que pone a su disposición la compañía de seguros que tiene contratada para estos casos.

A diferencia de los religiosos, la oenegé dispone de un seguro que les cubre los gastos de repatriación e incluso tiene concertado un centro sanitario de Ginebra (Suiza) donde se les atiende. En esta ocasión, la cama reservada para estos casos estaba ocupada desde hace dos días por un cooperante cubano que sí está infectado y por eso la organización humanitaria pidió la intervención del Gobierno español.

RIESGO NULO DE CONTAGIO

Fernando Simón quiso insistir en que la cooperante «no comporta ningún riesgo de contagio» para quienes la atienden y mucho menos para el resto de la población. La decisión de ingresarla en el Carlos III ha obedecido a que cuenta con la mejor dotación y los «equipos con más experiencia que hay en España», sobre todo, en el supuesto de que acabara desarrollando la enfermedad.

Simón sostuvo que la probabilidad de que la enfermedad se desarrolle no puede cifrarse por los pocos casos que ha habido de incidentes similares. Cuando se desconocía el mecanismo de transmisión del virus y se usaba la misma hipodérmica para diversos pacientes, el índice de transmisión sí era muy alto, apuntó como único punto de referencia fiable. Médicos sin Fronteras ha pedido a los medios de comunicación que sean respetuosos con la identidad de la paciente por deseo expreso de la misma.

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