"Me quedé sin bono social eléctrico porque mi hijo cobra un salario de 136 euros"

TERESA PÉREZ / BARCELONA

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Matías González Barquero (Córdoba, 1956) ha constatado, entre asombrado e indignado, el comportamiento de su compañía eléctrica. "Me he quedado sin bono social porque mi hijo cobra un salario de 136 euros", explica. Este parado formaba parte del reducidísimo grupo de afortunados que disfrutaba de un descuento en el recibo de la luz debido a que tenía el bono social eléctrico. Se estima que tan solo lo consiguen el 20% de los usuarios que tienen derecho. Las causas son su complicada tramitación, la falta de información y las restricciones.

El pasado agosto, el recibo de la luz de la familia González ascendió a 27,38 euros e incluía un descuento de 6,92 euros en concepto de subvención del bono social eléctrico para las familias vulnerables. Pero la alegría le duró poco porque ese mismo mes recibió, en su domicilio del distrito barcelonés de Sant Martí, una carta de Endesa en la que le comunicaba que le retiraba la ayuda. El motivo era: “La Tesorería General de la Seguridad Social nos informa de que algún miembro de su unidad familiar no está en situación de desempleo. Por tanto, hemos procedido a eliminar dicha bonificación en su factura”. También le comunicaba que ante cualquier duda contactara con la empresa. En la factura de noviembre ya no apareció la rebaja. Este usuario teme que, además de no tener esta ayuda, llegue el momento de encender la estufa: "La casa es muy fría, tanto que tenemos que ir con mantas". 

TODOS EN PARO

Uno de los requisitos para tener derecho al bono social eléctrico es que todos los miembros de la familia estén en paro. Y su hijo, de 21 años, ha encontrado trabajo. El empleo consiste en trabajar en un bar cuatro horas semanales y cobrar a final de mes una nómina de 136,03 euros. "¿Cómo me puedo quedar sin bono porque mi hijo tenga este pequeño salario?", se pregunta el afectado. “Seguimos siendo una familia sin recursos”, añade. Y echa cuentas: cobra una pensión de 426 euros más los 136,03 del salario de su hijo. De piso de alquiler social paga 110 y con lo que queda abona los suministros y la alimentación. González cuestiona el modo cómo ha cruzado los datos la compañía. “Deberían haber mirado el salario que cobraba mi hijo, no solo que tenía empleo, pues con lo que ahora cobra no tiene ni para sus gastos”, argumenta. La compañía Endesa afirma que desconoce el problema de este parado y también su situación. Y concluye: “Cada cliente es un mundo”.

González pone en el otro lado de la balanza el funcionamiento de la compañía Aigües de Barcelona. Con fecha del día 7 de este mes le ha remitido una carta informándole de la renovación del bono social del agua y argumentando que se le ha concedido” para facilitar el acceso al consumo básico durante cuatro meses adiccionales”. El importe de la bonificación será de 58 euros.

Este usuario ya había sufrido un corte de luz. “Tenía tres recibos impagados y una tarde llegué a casa y me encontré sin electricidad. Creía que habían saltado los plomos, pero comprobé que no era así. Me la habían cortado”, explica. Los servicios sociales abonaron la deuda y le devolvieron el suministro. Entonces, los técnicos municipales solicitaron el bono social de agua y de electricidad debido a su situación de vulnerabilidad.