LA JUSTIFICACIÓN DE INTERIOR DE LA ACCIÓN POLICIAL EN LA PLAZA DE CATALUNYA

Puig se escuda sin ninguna prueba en la «violencia» de los indignados

Un grupo de indignados protesta ante el Parlament, ayer.

Un grupo de indignados protesta ante el Parlament, ayer.

ANTONIO BAQUERO
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ayer era el día para presentar las pruebas, pero no las aportó. Elconsellerde Interior, Felip Puig, que una y otra vez había justificado las cargas de los Mossos d'Esquadra en la plaza de Catalunya asegurando que estos habían sufrido antes graves agresiones y que existían imágenes que las retrataban, compareció ayer en la comisión de Interior del Parlament sin aportar ninguna evidencia gráfica que sustentara su tesis. No exhibió fotos ni grabaciones y no explicó las conclusiones del informe interno hecho por la policía de la Generalitat. En tres horas y media de comparecencia, Puig se enrocó y no admitió más error que el de «una insuficiente valoración de los niveles de agresividad y violencia con que reaccionaron los concentrados».

En vísperas de la comparecencia, fuentes próximas alconsellerinsistían en que las imágenes grabadas por el helicóptero de los Mossos permitían constatar la «agresividad» de los manifestantes. Incluso insinuaron que se iba a instalar una pantalla en el Parlament para mostrarlas. Eso hizo que el representante de ICV respondiera que él iba a utilizarla para poner otras imágenes. Al final, ayer no hubo ni pantalla ni imágenes. Fuentes de Interior adujeron que renunciaron a mostrar los vídeos «para no entrar en una guerra de imágenes ni salirse del debate político». EL PERIÓDICO muestra en su web (www.elperiodico.com) todas las instantáneas de la carga policial captadas por sus seis fotoperiodistas en la plaza de Catalunya.

En su alocución, Puig siguió por la senda argumental con que ha defendido la actuación policial en el campamento: «Los mossos no dieron el primer paso»; «no se pretendía desalojar la acampada sino limpiarla de objetos inflamables y contundentes»; y, aunque el operativo «no salió del todo bien», sirvió «para evitar una tragedia en la celebración de la Champions».

OBEDECER A LOS AGENTES / Elconselleracabó señalando: «En un país democrático, cuando la policía dice que no se puede pasar o que hay que moverse, hay que hacer caso». Además, denunció la existencia de pintadas amenazantes aparecidas en casa de mossos antidisturbios y volvió a cargar contra los medios de comunicación y contra el Col.legi de Periodistes por lo que considera la difusión de informaciones falsas.

Elconsellerse quejó de que la colaboración con la Guardia Urbana en aquel operativo no funcionó, sobre todo por el hecho de que el dispositivo tuviera dos jefes, uno de los Mossos y otro de la policía local. «Esto no volverá a pasar. En las próximas operaciones conjuntas que hagamos habrá un único mando policial. Vamos a revisar el protocolo de actuación con la Guardia Urbana», anunció Puig, dejando entrever que serán los Mossos los que comandaran esas intervenciones. Puig incluso lanzó veladas acusaciones a los otros participantes en la acción policial -urbanos y servicios municipales de limpieza- de filtrar a los acampados los planes policiales. «A las seis de la mañana, los acampados ya sabían que íbamos ahí. Alguien se lo dijo», soltó elconseller.

Los problemas causados por la descoordinación con la Guardia Urbana son una de las conclusiones que se extraen del informe interno de los Mossos. Aunque en un primer momento elconselleranunció una revisión interna de lo ocurrido, el resultado ha sido más descafeinado, limitándose los Mossos a una cronología donde, eso sí, se relatan los problemas. El más grave, a juicio de Puig, fue la «insuficiente valoración de la agresividad de los concentrados», no tanto de los acampados en la plaza, si no de quienes acudieron después. Ese mal cálculo convirtió en un problema la hora elegida para realizar la operación, las siete de la mañana, pues facilitó que se difundieran los avisos.

En realidad, el propioconsellerdelató la mala preparación del dispositivo. Así, dijo que estaba previsto que la operación durara dos horas y media, cuando al final duró más de seis, y se pensó que bastaba con cinco camiones de basura, y se sacaron 35. Puig reconoció que durante aquella mañana no estuvo en el centro de control y que no dio nuevas órdenes para no interferir.

PRESO DEL PERSONAJE DEL BATE / La oposición criticó con dureza a Puig, sobre todo por el daño generado a la imagen de los Mossos, pero a la postre solo ICV y SI reclamaron la dimisión delconseller. PSC, PP y ERC le pidieron que reconociera sus errores. «Me preocupa que se acabe sintiendo prisionero de su caricatura con el bate de beisbol», le espetó Joaquim Llena, del PSC. Por su parte, Uriel Bertran, de SI, señaló que Puig no pudo «demostrar ninguna acción violenta contra los Mossos antes de la primera carga».