CONFLICTOS

El comercio de Calafell monta un 'top manta' contra el zoco ilegal

Comerciantes de Calafell exponen su mercancía sobre mantas frente a los manteros, ayer.

Comerciantes de Calafell exponen su mercancía sobre mantas frente a los manteros, ayer.

J. M. PLANA / CALAFELL
R. MORALES / BARCELONA

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Calafell (Baix Penedès) ofreció anoche una imagen propia de un pueblo del lejano oeste. Un centenar de ciudadanos y comerciantes se concentraron frente al zoco de manteros tolerado por el ayuntamiento para protestar contra la medida municipal. Como si uno de los dos grupos sobrara en la población. Una decena de los participantes en la protesta expusieron su mercancía sobre mantas.

Los falsostop mantaidearon con tan solo 24 horas de antelación la acción, que propagaron a través de Facebook, correos electrónicos y mensajes de móvil. A pesar de lo precipitado, unas 100 personas acudieron a la cita. «Habríamos sido muchos más si la gente no tuviera miedo de la reacción de los manteros», dijo Sonia Mirambell, portavoz de la Asociación de Vecinos de Segur (AVSU).

Varios concejales de la oposición hicieron acto de presencia y también Manel Romero, coordinador general del ayuntamiento y secretario general de la independiente ADMC, socio del equipo gobierno. Romero manifestó estar «radicalmente en contra de la ilegalidad» y advirtió de que su partido se posicionará el viernes sobre esta polémica, a pesar de que el alcalde, Jordi Sánchez (PSC), dijo tener el consenso de todo el arco político local.

«Yo no vendo y ellos no paran de vender, es injusto», explicó Marisa Heras, propietaria de la tienda Espurna Bisuteria. «Estoy aquí porque tengo una tienda de bisutería y complementos, y con la crisis y esto –dijo, señalando enfrente– las ventas me caen en picado», añadió.

La acción de protesta reunió también a numerosos vecinos de los apartamentos de la plaza del Mil·lenari, muy descontentos porque han pasado «de vivir en una zona residencial a vivir un mercado bananero», lamentó Manel Estalella. Otra vecina, Virgilia Garrido, declaró: «No es fácil vivir con nuestras casas cercadas de tres de la tarde a una de la madrugada. Nos quejaremos al ayuntamiento». Y Pedro Romero disparó: «No puede ser que el alcalde imponga su ley como si fuera unsheriff».

ALCALDE Y OPOSICIÓN / Ajenos a la polémica, los turistas seguían preguntando precios a los auténticos manteros subsaharianos (varios blancos se sumaron ayer a ellos) y algún que otro despistado se interesaba por la mercancía de los de enfrente.

El alcalde, a media tarde, lamentó la convocatoria. «No es una cosa de los comerciantes, es un ataque personal contra mí», aseguró Sánchez, y volvió a insistir en que la decisión de tolerar eltop mantaen la plaza del Mil·lenari se trató con las partes implicadas y «nadie dijo nada ni aportó otras alternativas».

El portavoz del principal partido de la oposición, Joan Olivella (CiU), manifestó su apoyo «a los comerciantes y a sus acciones de protesta», pero aclaró que no quiere «politizar la situación ni crear más conflictos». También Olga Elvira, portavoz del PP, dio «todo el apoyo» de su partido al comercio local. «Estoy de vacaciones, pero me conecto a internet y alucino con las noticias de mi pueblo», confesó Elvira.