Bretón pidió que le detuvieran una semana después de la desaparición de los niños

El agente que no se despegó de él tras su arresto ha declarado ante el juez

JULIA CAMACHO / Sevilla

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José Bretón estuvo a punto de derrumbarse en un par de ocasiones ante su 'sombra', el agente que no se despegó de él en los días que transcurrieron desde ladesaparición de sushijos y su detención. Parado al lado de lahoguera, le confesó que los niños “estaban cerca”, y le pidió que le detuvieran. Pero rápidamente se rehizo y volvió a la frialdad y el distanciamiento al que tenía acostumbrados a los agentes.

El 'policía sombra' ha sido el primero en declarar en la sesión de hoy eljuicio que se sigue en laAudiencia de Córdoba, y que encara ya su recta final. Este agente ha desvelado la auténtica batalla psicológica que mantuvo con el acusado, en el que detectó un comportamiento inusual al mostrado por otras personas en situaciones similares.

“No quería hablar de la desaparición de los niños”, ha relatado sobre Bretón, del que afirma que llegó a ofrecer hasta cuatro versiones de cómo se perdieron los pequeños Ruth y Jose y que rehuía acercarse a la hoguera de la fincaLas Quemadillas.

Reacción jovial

Este agente ha llegado a calificar de surrealista y “absurda” la situación de un Bretón acosado en la finca por agentes que no cejaban en buscar a sus hijos mientras él se mostraba “jovial” contando sus visitas a un prostíbulo o incluso proponiendo sacar un radio-casette “siempre que él no fuera el primero en arrancarse a bailar”. “Nunca habíamos visto una cosa así”, aseveró el policía.

El agente ha narrado que horas después de que estuviese a punto de confesar lo sucedido junto a la hoguera, se le tomó declaración en comisaría pero volvió a mostrarse esquivo, por lo que quedó ya arrestado. En ese momento, afirma, “le noté como liberado”. Y ha revelado como la madre de Bretón, en esos primeros días, llegó a asegurarle que temía que su hijo “hubiera hecho algo malo” a sus nietos.

El agente también ha garantizado que la hoguera no fue manipulada y que los restos estuvieron custodiados bajo llave en la sede de la Policía científica, primero en Andalucía y luego en Madrid. Y ha negado que la perito forense que los examinó y aseguró que eran de animales trabajase bajo presión.