El Papa arremete contra la trata de personas por ser la "esclavitud del siglo XXI"

El papa Francisco llega a la plaza de San Pedro del Vaticano

El papa Francisco llega a la plaza de San Pedro del Vaticano / DC MDA

ROSSEND DOMÈNECH / Roma

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El papa Francisco ha celebrado este domingo su primera Pascua, durante la que ha lanzado al mundo un mensaje de esperanza, invitando a “pasar de la esclavitud del pecado y del mal a la libertad del amor y del bien”. “Pidamos a Jesús resucitado que transforma la muerte en vida, que cambie el odio en amor, la venganza en perdón, la guerra en paz”, dijo.

Arremete contra la codicia

Francisco deseó la paz “a todo el mundo, aún tan dividido por la codicia de quienes buscan fáciles ganancias, herido por el egoísmo que amenaza la vida humana y la familia”. El Papa, que hablaba solo en italiano, añadió que se trata de un egoísmo que "continúa la trata de personas, que es la esclavitud más extendida en este siglo XXI”. Sin embargo esta frase no estaba presente en la traducción castellana oficial facilitada por el Vaticano.

Eliminado el saludo en 60 idiomas

La ceremonia fue más breve y simplificada respecto a años anteriores, el sermón más corto y fue eliminado el saludo en más de 60 idiomas que los papas solían ofrecer a todos el mundo. Al final, el Papa dio una vuelta a la plaza en el todoterreno descubierto habitual después de haber eliminado el papa-móvil. Había más de 250.000 personas y saludó principalmente a los niños y a los enfermos, a algunos los llegó a abrazar y besó.

En su sermón invocó la paz en primer lugar para Oriente Próximo, “en particular entre israelís y palestinos”, para que “retomen las negociaciones con coraje y disponibilidad”. En Irak, “para que cese definitivamente cualquier violencia”, y por la “amada Siria”, para la que se preguntó sobre “cuánto dolor se ha de causar todavía, antes de que se consiga encontrar una solución política a la crisis”.

La situación en África

Abogó por “la estabilidad y unidad” de Malí, lamentó “que no cesen los atentados en Nigeria, que amenazan gravemente la vida de tantos inocentes”. Invocó la paz para el este del Congo, donde desde hace años sigue en curso un conflicto entre las fuerzas locales y los mercenarios al sueldo de multinacionales de metales preciosos presentes en la región. Invitó también a “superar las divergencias en la península coreana”.

El Pontífice envió su augurio, como está haciendo desde su elección, a los más débiles y necesitados, “a todas las casas y familias, especialmente donde hay más sufrimiento, en los hospitales y prisiones”.

Concluido el mensaje, el Papa ha impartido la bendición 'urbi et orbi' a la ciudad de Roma y a todo el mundo.