El Papa apuesta por "intensificar el diálogo" con el islam

Francisco ha recibido a los 180 embajadores acreditados ante la Santa Sede y les ha pedido que ayuden a "tender puentes"

El papa Francisco saluda al embajador de un país árabe.

El papa Francisco saluda al embajador de un país árabe. / periodico

ROSSEND DOMÈNECH / Roma

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El papa Francisco ha recibido a los 180 embajadores acreditados ante la Santa Sede y les ha hablado de la pobreza material y espiritual que atenaza a los ciudadanos de sus países. Al mismo tiempo ha recordado que uno de los apelativos de los papas es el de "Pontífice", que significa "tender puentes", por lo que ha subrayado la importancia de "intensificar el diálogo entre las varias religiones, principalmente con el islam".

En un discurso pronunciado por primera vez solo en italiano, Jorge Mario Bergoglio ha explicado que una de las razones por la que eligió el nombre de Francisco fue que el santo de Asís tuvo "a los pobres como uno de sus primeros amores". "¡Cuántos pobres existen todavía en el mundo!", ha dicho. En este sentido, ha subrayado "el sufrimiento de estas personas", para las que la Iglesia, tras el ejemplo de san Francisco, "ha intentado siempre ofrecer cuidados en todos los rincones de la tierra".

El Papa ha añadido que, además de la pobreza material, existe "la pobreza espiritual", que afecta "gravemente también a los países considerados más ricos". Y ha recordado que su predecesor, Benedicto XVI, lo llamaba "la dictadura del relativismo", que definió como lo que ocurre "cuando cada uno se convierte en medida de sí mismo y pone en peligro la convivencia entre los hombres".

"San Francisco nos dice que hay que trabajar para construir la paz", ha insistido. En su opinión, "sin la verdad no puede haber una paz verdadera", porque esta no puede existir si "cada uno es la medida de sí mismo, sin ocuparse al mismo tiempo del bien de los demás, de todos, a partir de la naturaleza que es común a todo ser humano sobre esta tierra".

Los no creyentes

Por estas razones, según el papa, hay que lanzar puentes, "de manera que cada uno pueda encontrar en el otro no a un enemigo, no a un competidor, sino a un hermano al que acoger y abrazar". Ha dicho que en este contexto es fundamental el papel de las religiones, por que "no se pueden vivir verdaderas relaciones con Dios, ignorando a los demás", pero también al revés: "Si no hay buenas relaciones con los demás, no habrá tampoco buenas relaciones con Dios".

Entre los puentes a lanzar figura, según Bergoglio, "la confrontación con los no creyentes, para que no prevalezcan nunca las diferencias que separan e hieren, sino, aún en la diversidad, venza el deseo de construir vínculos verdaderos de amistad entre todos los pueblos".

Al final, como si fuera un resumen del discurso, ha invitado a los embajadores a "luchar contra la pobreza material y espiritual, a construir la paz y a lanzar puentes", como puntos de referencia de un camino "al que invito a tomar parte a cada uno de los países que representáis".