Efectos de la caída demográfica

La falta de alumnos de P3 condena al cierre al menos a siete colegios

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
BARCELONA

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El descenso de la natalidad, el freno que en pocos años ha experimentado la inmigración, la caída demográfica que Catalunya sufre desde el 2008... Todo ello conllevará que la vuelta al cole sea el próximo septiembre menos tumultuosa que en ocasiones anteriores, fundamentalmente porque habrá 800 niños de tres años menos que en este curso. Si a eso se le suma la crisis económica y la necesidad perentoria de seguir recortando para cumplir con las exigencias del déficit, la Conselleria d'Ensenyament considera que hay motivos más que justificados para cerrar hasta siete colegios públicos en el curso 2013-2014. Y podrían ser incluso una decena, en función de cómo se desarrolle el proceso de preinscripción en otros tres centros.

Las afectados, según confirmó ayer Ensenyament, son escuelas de Cerdanyola del Vallès y Terrassa (Vallès Occidental), Pineda de Mar (Maresme), Lliçà d'Amunt y Sant Pere de Vilamajor (Vallès Oriental), La Selva del Camp (Baix Camp) y Tona (Osona). Unas dejarán de funcionar de forma inmediata, lo que obligará a redistribuir a los alumnos en colegios cercanos. El resto serán clausuradas progresivamente, a medida que los alumnos actuales vayan terminando la primaria y abandonen la escuela para pasar al instituto. De estas cinco, dos se salvarán porque se transformarán en centros de secundaria. El futuro de las tres que están pendientes de la preinscripción -han de alcanzar un mínimo de 15 alumnos de P3- está por decidir.

En concreto, reveló la 'consellera' Irene Rigau, el próximo curso desaparecerán 73 clases del primer curso del ciclo superior de educación infantil, lo que significa que serán muchas las escuelas que perderán una línea de P3. Las dos que dejarán de funcionar totalmente son el colegio El Castell de Tona y el de Can Montllor de Terrassa. En ambos casos, se trata de centros de reciente construcción -creados cuando parecía que la natalidad iba a seguir al alza-, instalados en barracones y cercanos a otros colegios públicos con espacio suficiente, según Ensenyament, para acoger a los afectados.

EFECTO ACORDEÓN / Las dos escuelas que se transformarán en instituto son la de Sant Baldiri (Lliçà d'Amunt) y la Vilamagore (Sant Pere de Vilamajor), mientras que la Gil Cristià (La Selva del Camp) y la Poble Nou (Pineda de Mar) dejarán de recibir alumnos de P3. Rigau explicó que, aunque inicialmente también se preveía el cierre gradual de la escuela Xarau de Cerdanyola, el futuro de este centro queda condicionado a la preinscripción. «Si hay 20 alumnos interesados, estudiaremos la posibilidad de mantener una de las dos líneas actuales», dijo la 'consellera'.

«Cuando hay oscilaciones en la natalidad como la que se ha registrado en los últimos años en Catalunya, se produce un efecto acordeón que complica la planificación de algunos servicios e infraestructuras, en particular los educativos», explicaba ayer Amand Blanes, del Centre d'Estudis Demogràfics de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Por eso mismo, opina el demógrafo, la Generalitat hace bien en empezar a prever las necesidades de plazas escolares que habrá en pocos años.

«En el 2021, por ejemplo, la previsión es que en Catalunya haya casi 88.000 alumnos de 14 años, cuando ahora son 68.700. Eso significa que tiene ocho años para habilitar casi 20.000 plazas de secundaria», pronostica Blanes, a partir de información extraída del Institut d'Estadís- tica de Catalunya (Idescat).

De hecho, la previsión de Ensenyament es que, mientras las de preescolar menguan, ya en el próximo curso haya 353 nuevas clases de primaria (317 en la pública y 36 en la concertada) y 61 unidades más de ESO, y que «hasta el 2023-2024 el crecimiento sea continuado», admitió Rigau.

HERMANOS SEPARADOS / Las protestas de los afectados, que llevan días movilizados, serán más intensas a partir de ahora. «¿Qué ocurrirá, por ejemplo, con las familias que tienen niños en el colegio y que tendrán que llevar a un centro distinto al hijo pequeño? ¿Ha pensado la Generalitat en los problemas que eso generará?», protestaba una madre del colegio Xarau de Cerdanyola. Hoy los padres de este centro tienen previsto concentrarse ante la sede de la Conselleria d'Ensenyament, en Barcelona.

El sindicato CCOO, que denuncia que la decisión se haya adoptado sin tener en cuenta a la comunidad educativa, considera por su parte que la redistribución prevista por Ensenyament acabará beneficiando a la escuela privada.