Cuatro candidatos suenan con fuerza para el 'habemus Papam'

Cuatro son los favoritos para que, en unas semanas, el cardenal protodiácono se asome al balcón de la basílica de San Pedro y pronuncie su nombre como sucesor de Joseph Rat-zinger. El candidato italiano más cotizado es Angelo Scola, de 72 años, actual arzobispo de Milán y expatriarca de Venecia. Según se recogía entre los documentos del llamadoVatileaks, Scola fue objeto de maniobras cardenalicias para impedir su elección como sucesor de Benedicto XVI. Su baza principal es que conoce la realidad de los católicos de a pie por la experiencia acumulada en las diócesis. Su mayor problema, que se le vincula al movimiento Comunión y Liberación, que muchos católicos de base y jerarquías eclesiásticas equiparan a una secta religiosa cercana a los negocios terrenales.

El papable no italiano mejor posicionado es Marc Ouellet, un canadiense de 68 años, actual prefecto del Ministerio para los Obispos, cargo para el que necesitaba la total confianza de Benedicto XVI, preocupado por que los obispos sean elegidos entre los mejores. Ouellet, pues, garantiza un buen conocimiento del gobierno central de la Iglesia. Un factor atractivo para los electores es la ventaja que representa que proceda de un país del primer mundo sin ser de EEUU, Francia ni Gran Bretaña, grandes potencias generalmente excluidas del papado.

DEMASIADO 'JÓVENES' / Tras muchos años de voces insinuando la conveniencia de un Papa negro, la candidatura de Peter Turkson -simplificación de Peter Kodwo Appiah Turkson- es la más potente para conseguir ese objetivo. Como punto fuerte cuenta con el hecho de ser el mejor preparado de los cuatro. En contra tiene el serjoven. Tiene 65 años y aseguraría un largo pontificado, considerado un inconveniente por la tradición vaticana. Procede de Ghana. Es presidente del Pontificio Instituto para la Justicia y la Paz, tras haber sido presidente de la Conferencia Episcopal de Ghana.

Completa el abanico de claros candidatos (al que sin duda se sumarán otros) el representante de un país emergente como es Brasil. Se trata de Odilo Pedro Scherer, de orígenes alemanes. Es arzobispo de Sâo Paolo y tiene 64 años, tal vez un inconveniente como en el caso de Turkson. Forma parte del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, institución que persigue recristianizar a los católicos. También es parte del Ministerio del Clero, al que el Papa atribuye una importante función en la criba de candidatos al sacerdocio.