El conflicto lingüístico por el nuevo proyecto

El Gobierno de MarianoRajoyy, en concreto, el ministro de Educación, José IgnacioWert, ha desatado una nueva ola de protestas en Catalunya al amenazar la paz lingüística con la propuesta de reforma de la educativa. La política del Gobierno del PP, fiel a la defensa de la unidad territorial de España, impulsa una reforma que anula el modelo de inmersión lingüística vigente en los últimos 30 años en Catalunya en un área de competencia exclusiva de las autonomías. En plena crisis económica, elataque al catalán protagonizado por el Gobierno vuelve a erosionar las relaciones entre España y Catalunya.

Elborrador de la nueva leyestablece que el catalán pase a ser una lengua de las denominadas de especialidad, lo que supone situarla por detrás del castellano, de la primera lengua extranjera (ambas materias troncales) y también de la segunda lengua extranjera (que es asignatura específica). En la práctica, puede suceder que un colegio decida que solo imparte una hora de catalán a la semana a sus alumnos, según ha criticado el Govern.

El aspecto básico es que el catalán dejaría de ser lengua vehicular, la de uso principal en las labores pedagógicas. En secundaria, la lengua y la literatura catalanas serán también materias de especialidad, como en primaria. En las comunidades con dos lenguas oficiales, el Gobierno considera que hay que dar un trato equilibrado a ambos idiomas como vehiculares pero "los padres podrán escolarizar a sus hijos en centros privados, correspondiendo a la Administración educativa sufragar los gastos de escolarización", dice la propuesta. El ministro deEducación, Cultura y Deporte,José Ignacio Wert, considera que no ve justificada la reacción de la Generalitat de Catalunya en torno a sureforma educativa porque dice que el nuevo modelo no ataca lainmersión lingüística, como así sostiene el Ejecutivo catalán.

Somescola la organización convocante de las movilizaciones contra el proyecto educativo, considera que el borrador de la ley de Wert "devuelve la política educativa a un pasado predemocrático", basado en "el control doctrinal de la educación, la recentralización del sistema, la minorización de las lenguas no castellanas, con especial maltrato a la escuela catalana y a los programas de inmersión lingüística". La plataforma considera que el texto es "un atentado a la lengua, a la cohesión social y a la promoción de igualdad de oportunidades que han presidido hasta ahora la escuela catalana".