CASO DE CORRUPCIÓN POLICIAL

La fiscalía pide hasta 44 años de prisión para altos cargos policiales por corrupción en el caso Saratoga-Riviera

Se les acusa de usar información privilegiada para obtener dinero y especias a cambio

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La Fiscalía Anticorrupción solicita penas de 16 a 44 años de prisión para altos cargos del Cuerpo Nacional de Policía de Barcelona, acusados de integrar un grupo mafioso y corrupto que entre el 2002 y el 2008 se aprovechó de su mando, su poder e información privilegiada para, a cambio de dinero y especias, favorecer laprostitución ilegal y con menores en losprostíbulos Saratoga y Riviera de Castelldefels. La acusación pública reclama penas de cárcel para un total de 20 imputados, entre propietarios de los clubs de alterne, abogados y un funcionario delAyuntamiento de Barcelona.

El extenso escrito de la fiscalía, de 62 páginas, resume una de las investigaciones contra la mafia policial más complicadas de los últimos años en Catalunya y que puso en evidencia hasta que punto la corrupción se había enquistado en algunos despachos de responsables policiales en Barcelona. Durante años, la titular del Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona,Elisabeth Castelló, dirigió una compleja operación en la que se vieron salpicados comisarios, inspectores jefes, agentes, dueños de prostíbulos, abogados, y hasta un funcionario municipal. Tras meses de seguimientos, escuchas telefónicas y la colaboración y declaración en la fiscalía anticorrupción del confidente policialManuel Gutiérrez Carbajo, losMossos d'Esquadra pudieron determinar que entre el 2002 y el 2008, el Riviera y el Saratoga, cerrados por orden judicial, funcionaban gracias a los chivatazos policiales, que evitaban que durante las redadas fueran descubiertas menores y mujeres sin papeles que ejercían la prostitución en los locales.

El escrito, del fiscal Fernando Bermejo, revela como el negocio era tan "lucrativo" para algunos policias corruptos, que algunos se fueron sumando a un pastel que terminó cuando los Mossos d'Esquadra se hicieron cargo de la seguridad ciudad de Barcelona, y empezaron a ocuparse también de algunas redadas en los prostíbulos.

Para elcomisario Luis Gómez González, la fiscalía solicita hasta 21 años de cárcel por los delitos de favorecimiento de la prostitución, asociación ilícita para delinquir o delito de dirección de organización criminal, cohecho pasivo y revelación de secretos. Sin embargo, para el policía que más pena reclama es paraJosé Javier Martín Pujal, inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía de la Brigada de Extranjería, para quien reclama 44 años de cárcel por siete extorsiones y un cohecho pasivo. Para los responsables de los prostíbulos, las penas las peticiones alcanzan hasta los 23 años.

El escrito también hace mención a un grupo de abogados de Barcelona, a los que pide penas de cinco a 20 años, porque a juicio del fiscal y los investigadores estaban compinchados con un inspector de la policía para que contrataran sus servicios cada vez que se producía una redada o inspección en un prostíbulo de Barcelona. Unos servicios que a criterio del fiscal se cobraban con la excusa de minutos altísimas que se repartían entre los abogados y el funcionario corrupto.

El escrito detalla citas en las que los policías reciben importantes cifras de dinero. Cuenta como los dos hijos adolescentes del comisario Luis Gómez recibieron durante años una asignación mensual por parte de los dueños de los prostíbulos. Como se financiaron operaciones de estética de familiares de algunos policías imputados, y como en la joyería Rabat de Barcelona se compraron muchos de los relojes con los que los dueños del Saratoga y el Riviera compraron la colaboración de la policía.