EQUIPAMIENTO SANITARIO PIONERO EN PUIGCERDÀ

El primer hospital transfronterizo abre con cuatro años de retraso

El centro ha tenido que armonizar las normativas de España y Francia

Fachada del hospital transfronterizo de la Cerdanya, ubicado en Puigcerdà, en una imagen tomada el pasado mes de agosto.

Fachada del hospital transfronterizo de la Cerdanya, ubicado en Puigcerdà, en una imagen tomada el pasado mes de agosto.

FERRAN COSCULLUELA
BARCELONA

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El hospital transfronterizo de la Cerdanya, ubicado en Puigcerdà, abrirá en los próximos días sus puertas, según ha anunciado la Agencia Regional de Sanidad (ARS) de Lenguadoc-Rosselló, que ha confirmado que este mes se llevarán a cabo los primeros ingresos. Este equipamiento es el primer centro médico de Europa que atenderá a pacientes procedentes de ambos lados de la frontera, una peculiaridad que ha provocado varios aplazamientos a la hora de ponerlo en marcha, ya que ha sido necesario solventar los numerosos problemas que han surgido a la hora de armonizar las trabas legales y administrativas de ambos países.

El proyecto se inició en 1990, cuando se consideró que la Cerdanya, un altiplano de montaña aislado situado entre España y Francia, era el territorio ideal para impulsar la cooperación transfronteriza en materia sanitaria. El nuevo centro médico dispondrá de 64 camas, 26 salas de consulta, 10 plazas de hospital de día, 14 aparatos de hemodiálisis, 18 compartimentos de urgencias, cuatro quirófanos y dos salas de parto. También contará con un servicio de diagnóstico por imagen, laboratorio y farmacia, según consta en la página web del hospital.

La construcción del nuevo centro médico ha costado 31 millones de euros, un 60% de los cuales han sido sufragados a cargo de los fondos Feder de la Unión Europea. El importe restante ha corrido a cargo de la Generalitat (60%) y de la Administración francesa (40%). A esta cantidad hay que sumar los 11 millones de euros que se han destinado al equipamiento del hospital, que han costeado Catalunya y Francia en la misma proporción que las obras.

El Hospital de la Cerdanya atenderá a una población fija de unos 33.000 habitantes, repartidos en 53 municipios (36 franceses y 17 catalanes), aunque durante la temporada de invierno la población se multiplica por cuatro debido a la afluencia de visitantes a las estaciones de esquí de la zona, en la que abundan las segundas residencias.

En un principio estaba previsto que el equipamiento abriera las puertas en el 2010, pero no fue así. Posteriormente se volvió a anunciar su apertura en los años 2012 y 2013, sin que el centro se pusiera en marcha. Estos aplazamientos se han debido a problemas de financiación y, sobre todo, a causa de los problemas legales y administrativos que representa su ámbito de actuación transfronterizo entre dos Estados.

Nacimientos y defunciones

 En el 2011 trascendió que había dificultades legales respecto a los nacimientos y las defunciones, ya que en el caso del fallecimiento de un ciudadano francés en el hospital (ubicado en territorio español), la legislación del país vecino establece que debe ser repatriado en un ataúd de plomo o de zinc sin que la familia pueda ver el cuerpo ni que este sea incinerado, aunque el difunto resida a pocos kilómetros del centro médico. Respecto a los nacimientos, se da una situación similar, ya que oficialmente el bebé ha nacido en el extranjero.

Otras dificultades que se deben subsanar son la lengua en la que se atenderá a los enfermos (catalán, castellano y francés), la posibilidad de que los equipos médicos estén integrados por personal de ambos países, el acceso al historial clínico de los pacientes y la posibilidad de que la policía francesa pueda interrogar a un interno o realizarle una prueba de sangre en el caso de que esté afectado por una investigación.

Unos interrogantes que desvelarán hoy, en el transcurso de una comparecencia pública, el 'conseller' de Salut, Boi Ruiz, y la directora general del ARS de Lenguadoc-Rosselló, Martine Aoustin.