LAS CONSECUENCIAS DE LA CRISIS ECONÓMICA

La presión social logra la dación en pago para una pareja en Figueres

Loli Garcia, Cesc Subirats y un familiar muestran el documento del acuerdo de la dación en pago, ayer.

Loli Garcia, Cesc Subirats y un familiar muestran el documento del acuerdo de la dación en pago, ayer.

RAÜL MUXACH
GIRONA

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A pesar de que el Banco de Santander se ha quedado con su casa, un piso y un local comercial, Loli García y Cesc Subirats durmieron tranquilos anoche. Esta pareja de Figueres -ella va en silla de ruedas y él tiene problemas de corazón- se sienten unos privilegiados porque ayer por la mañana firmaron ante notario una dación en pago para quedar limpios de la deuda que contrajeron en el 2007 cuando decidieron hacer lo que muchos; comprar una casa mejor vendiendo el piso y el local.

El acuerdo no solo consiste en que el banco acepta los inmuebles a cambio de saldar la hipoteca; además, la pareja podrá quedarse en su actual adosado un máximo de cinco

años a cambio de un alquiler de 900 euros al mes. Es la primera vez que este banco accede a una operación similar y lo ha hecho después de la presión ejercida por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que considera el acuerdo una victoria.

UNA HIPOTECA PUENTE Loli y Cesc, de 51 y 62 años, no pretendían especular. Simplemente quisieron aprovechar las ventajas que ofrecían los bancos, en este caso una hipoteca puente, para que Loli pudiera moverse más holgadamente en la silla de ruedas en la que está postrada desde que contrajera la polio a los 9 meses. Pero llegó la crisis, fue imposible vender, se acabó la carencia de la hipoteca puente y las cuotas se dispararon hasta los 3.000 euros.

«Nos pusimos en contacto con el banco pero no nos hacían caso. Lo querían todo o nada, así que decidimos ponernos en contacto con la Plataforma», cuenta Loli, quien se siente «un David que ha vencido a Goliat». Espera que su caso sirva «para que la gente no tenga miedo».

Loli califica su victoria de «agridulce» porque han perdido «un piso y un local conseguido con mucho esfuerzo». Su lucha, aseguró, fue hasta el último momento: «Incluso ante notario nos querían imponer unas cláusulas abusivas», afirma.