PRECAUCIONES EN VERANO

Presentado un prototipo de mochila para evitar robos en la playa

Permite guardar las pertenencias bajo llave y queda anclada en la arena

Mochila antirobo para la playa

Mochila antirobo para la playa / periodico

EFE

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Un matrimonio catalán ha inventado el Bay-watch, una mochila de playa que se clava en la arena y permite dejar laspertenencias cerradas con una llave para poder gozar del baño y evitar los robos.

El invento, ideado y patentado por el publicista Rafael Gallego y su mujer, Anna Bosch, nació un día de verano cuando, tomando una cerveza en un chiringuito de playa, vieron como un ladrón robaba "sin ningún tipo de problema" unas gafas de sol de uno de los bañistas.

Fue a partir de ese momento cuando la pareja decidió ponerse manos a la obra y empezar a diseñar un esbozo "en una servilleta de papel" de como podría ser una bolsa que eliminara del imaginario de los bañistas los siempre recurrentes turnos para vigilar las pertenencias y evitar que alguien las robe.

La mochila está hecha de un material deplástico rígido, resistente al calor e impermeableque incluye una pieza en forma de pala que permite clavar la mochila en la arena, lo que, según sus inventores provoca que el ladrón deba realizar una fuerza de unos 20 kilogramos para sustraerla. En la parte frontal, el Bay-watch tiene un compartimiento suficientemente grande paraguardar la toalla, la crema solar y las gafas de sol y cerrarlas con unallaveresistente al agua.

Además, su forma ovalada permite que la mochila pueda hacer lafunción de cojínpasando parcialmente desapercibida debajo de la toalla.

"La mochila se puede desenterrar, lo que pasa es que el ladrón necesita hacer un movimiento que puede llamar la atención a la gente que esté alrededor", señala el coinventor del Bay-watch Rafael Gallego, que reconoce que la idea del producto es "ponérselo más complicado" al ladrón.

De momento el producto, que cuenta con tan sólo diez prototipos, no ha encontrado salida comercial, por lo que su inventor está buscando inversores que ayuden a catapultar esta idea familiar para el gran consumo. Pese a ello, sus inventores calculan que, si el Bay-watch se fabricara en España, su precio podría rondar los 50 euros.