Calabacines pata negra

La ola de frío en Europa ha disparado los precios y reducido la oferta de verduras en España, que exporta su producción

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icoy36952260 verduras170120194527 / ALBERT BERTRAN

IMMA FERNÁNDEZ / BARCELONA

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A Montserrat la dieta verde le está costando lo suyo. No por voluntad, que sí la tiene, sino porque estos días llevar a la olla un puñado de espinacas y acelgas le está resultando difícil y caro. Muy caro. “Han dicho en la tele que es esa ola de frío que ha congelado a Europa”. Los vecinos del Norte se están llevando nuestros productos y aquí hay que remover cielo y tierra para encontrarlos. Haberlos haylos, en un sitio u otro, pero a precios 'pata negra'. “Las berenjenas, los calabacines, las judías... cuestan 6 y 7 euros. ¡Para eso como jamón!”, se queja Merche desde el mostrador de Fruitadona. “Se han disparado los precios de forma escandalosa. Claro, los extranjeros pagan más a los agricultores y ellos aprovechan para hacer negocio. Y nosotros nos quedamos sin comer verduras”. Pues, hala, jamón y panceta, propone. Las dietas tendrán que esperar.

Javier, con un puesto en el mercado de La Concepció, ratifica que el precio de muchas verduras se ha triplicado y la gente compra menos. Eso sí, defiende a los trabajadores del campo. “¿Por qué no se quejan de la subida de luz? Cuando viene una granizada y pierden las cosechas, ¿quién se preocupa de ellos? Pues ahora si pueden hacer unos cuartos, que los hagan”. La suya, agrega, es una esclavitud en extinción. “En 30 años, cuando desaparezcan los abuelitos que quedan, a ver quién quiere ser payés; siempre mirando al cielo, currando los festivos... ¡Nadie! Entonces tendremos que importar los productos y pagaremos el doble”. El hombre avanza que en las próximas semanas veremos alcachofas negras. El color engaña, aclara. “Lo que no se sabe es que son más tiernas”. 

    

Con paraguas y sin ajo ni cebollas. La señora María sale enrabietada de un Caprabo. “¡Es tremendo! Con esta lluvia y tengo que desplazarme a buscar cebollas”. El escaparate de hortalizas luce más vacío que nunca. “El lunes nos pasaron un correo diciéndonos que por la ola de frío tendríamos carencia de productos frescos vegetales”, explica la encargada. Espinacas, cebollas, apio, ajos, berenjenas, pimiento rojo... Pilar ha echado de menos también las zanahorias, los puerros y ensaladas de buen ver, aunque a ella no le afectan tanto esas ausencias. "Soy de Girona y voy a los huertos de Sant Antoni de Calonge.Tienen unos productos deliciosos”. 

SUBIDAS "TREMENDAS"

Juan da nombre a una tienda de frutas y hortalizas, y abastece a restaurantes. Asegura que el incremento de precio puede llegar al 600%, lo que le lleva a limitar mucho la oferta. “Antes en Mercabarna una lechuga iceberg costaba 30 céntimos, ahora me piden 2 euros; y el calabacín ha pasado de 50 céntimos a 4,50. ¡Una barbaridad!”. La restauración también lo sufre. “Tendrán que cambiar los menús”. Malos tiempos para los vegetarianos. “Arroz, que coman arroz”. 

El presidente del gremio de frutas y hortalizas del mercado mayorista Mercabarna, Jaume Flores, constata los incrementos de precio, debido a la subida de la demanda en el resto de Europa tras la pérdida de cosechas, y admite una reducción de la oferta. Informa de alzas de hasta el 120% (pimiento rojo) y el 100% (calabacín, judía verde y berenjena), entre otros. El aumento del coste mayorista, sin embargo, no siempre repercute en el consumidor. Algunas grandes cadenas, como Mercadona, no han detectado cambios porque pactan sus precios de manera anticipada.  

Otras tiendas sí están anotando cifras de récord. Judías (de Marruecos), 9,99 euros; calabacín, 6 euros... “En 20 años no he visto nada igual, aunque en enero, con el frío, siempre suben algo los precios”, asegura Francisco, dependiente del Keisy. Una clienta exclama: “¡Es que acaso llevan oro dentro estos calabacines!”. Se va sin la intención de comprobarlo. Pero la encargada de un Lidl, cadena que no ha tenido problema con los suministros ni ha subido los precios, aporta otras estrategias. Los calabacines desaparecen de buena mañana. “Vienen unos y se llevan cuatro o cinco cajas enteras”. Argucias de los pequeños comerciantes.