alijo por valor de 400.000 euros

La Policía Nacional desmantela un 'supermercado' de armas en Sant Vicenç dels Horts

Los detenidos son un matrimonio y su hijo que vendían pistolas y fusiles de asalto por entre 3.000 y 5.000 euros

Arsenal de armas incautado en Sant Vicenç dels Horts.

Arsenal de armas incautado en Sant Vicenç dels Horts. / periodico

ANTONIO BAQUERO / Barcelona

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De puertas afuera, parecían una familia corriente. Sin embargo, en el interior de su vivienda, aquel matrimonio y su hijo habían puesto en marcha un auténticosupermercado de armas de fuego que abastecía a delincuentes locales y que incluso proporcionaba armas largas a bandas de crimen organizado en el extranjero, según ha explicado este martes el inspecto jefe Brito, responsable del equipo de investigadores del Cuerpo Nacional de Policía que ha detenido a esos individuos.

Los detenidos son un hombre de 60 años, su esposa y su hijo que compraban armas inutilizadas en armerías y que posteriormente las reparaban en un taller que tenían en su vivienda deSant Vicenç del Horts. La familia era contactada por criminales que les hacían peticiones concretas sobre el armamento que necesitaban. Si estaba en su muestrario, acordaban el precio y posteriormente acordaban un encuentro en un lugar para la entrega del arma, cuyo precio oscilaba entre los 3.000 y los 5.000 euros. Dos elementos que daban la medida de la capacidad de estos traficantes fue que en su poder se encontraron cerca de 50.000 balas (algunas de ellas de punta hueca) y numerosos silenciadores, un instrumento prohibido en España y que cuesta mucho de encontrar.

Fusiles de asalto, kalashnikov y un Mágnum

Entre las 64 armas incautadas hay varios fusiles de asalto, entre ellos un kalashnikov, numerosas pistolas y revólveres, como un Mágnum del calibre 44, muy parecida a la que empuñaba el personaje de Harry el Sucio. Entre armas, silenciadores y munición la policía calcula que todo el alijo puede alcanzar un valor de mercado de unos 400.000 euros. Según el inspector jefe Prieto, "las armas de gran calibre eran adquiridas por bandas de narcos que las utilizan para marcar su territorio".

Con la venta de esas armas, los detenidos ostentaban un elevado nivel de vida y lucían al menos dos coches de alto stánding. Para blanquear el dinero y justificar sus ingresos, la familia ostentaba un quisoco de bebidas en Montjuïc.