Drama en Córdoba

La policía animó a la madre de Ruth y José a pedir otro informe

Un grupo de personas recuerda a Ruth y José, en Córdoba.

Un grupo de personas recuerda a Ruth y José, en Córdoba.

MAYKA NAVARRO
MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El comisario responsable de la investigación de la desaparición de los niños de Córdoba solo distingue los huesos de aceituna. Por eso, cuando la facultativa afirmó en su informe con rotundidad que en la hoguera deLas Quemadillasno se había incinerado ningún cuerpo o resto humano, no tuvo más remedio que creerla. Primero por su prestigio, cosechado en más de 15 años trabajando como experta en antropología en los laboratorios de la policía científica, y porque han colaborado en muchísimas ocasiones, la última cuando se recuperó en el río Manzanares el cuerpo triturado de un serbio víctima de los Tigres de Arkan. Pero a pesar de todo, durante los 11 meses de búsqueda infructuosa de los hermanos Ruth y José, cada vez que se encontraban le decía: «¿Y los huesos? ¿Estás segura?». Y lo estaba. Y el responsable de la investigación no tenía más remedio que creerla. Pero seguía dudando.

De modo que cuando a principios de agosto la familia de Ruth, la madre de los menores, telefoneó a la policía para preguntar qué les parecía que el médico forense Francisco Etxeberria volviera a estudiar los restos óseos, porque dudaba de su origen animal, a los investigadores se les abrió el cielo y no dudaron en decir que sí. Pero antes tenían que consultarlo al juez instructor José Antonio Rodríguez Lainz, que tampoco se opuso al nuevo estudio.

UN PUZLE DE 130 PIEZAS / Fue Etxeberria quien se ofreció a la familia, y no Ruth quien lo fue a buscar. Los responsables de la policía judicial en ningún momento creyeron que estaban traicionando a sus compañeros de la policía científica. Cuando el forense confeccionó un puzle con los 130 restos óseos encontrados en la hoguera, usando como modelo dos esqueletos de dos niños de seis y dos años, y concluyó que eran de seres humanos inmaduros, ni la policía judicial ni el juez pidieron un contrainforme a la facultativa de la policía científica, sino que se recurrieron a otro científico externo, en esta ocasión el paleontólogo José María Bermúdez de Castro, que confirmó que se trata de restos de menores.

La pregunta sin respuesta, por lo menos de momento, es por qué nadie en la policía tomó la iniciativa de pedir otro estudio de los restos si tantas dudas suscitaba el suyo, cuyas conclusiones al parecer erróneas lastraron la investigación y mantuvieron la angustia de la familia de los niños durante 11 meses.

Algunas personas que conocen a la facultativa, licenciada en Medicina y Cirugía, dieron por hecho ayer que si los dos nuevos informes que ha encargado el magistrado acaban por confirmar que son restos humanos, pedirá un traslado.

El magistrado Rodríguez Lainz espera tener el resultado de estos estudios antes de que termine la semana. Entonces volverá a citar a Bretón para tomarle declaración. Un nuevo interrogatorio que el padre de los hermanos de Córdoba empezará imputado por dos delitos de detención ilegal y uno de simulación de delito, y que podría terminar acusado de dos delitos de asesinato.

REGRESO A 'LAS QUEMADILLAS' / Bretón regresó ayer a la finca de sus padres,Las Quemadillas. El juez Rodríguez Lainz lo citó junto a su abogado, José María Sánchez de Puerta, para recoger nuevas pruebas que apuntalen la sospecha de que Bretón incineró a sus hijos en una hoguera que prendió la misma tarde que aseguró haberlos perdido.

El padre llegó en un furgón policial poco después de las nueve de la mañana. Apareció esposado, se le pudo ver tras una de las vallas de la finca, y en cuanto avistó la presencia de medios de comunicación se echó las manos a la cabeza. No se le pudo ver más. Los investigadores lo trasladaron hasta la hoguera. Y allí permaneció sin inmutarse. «Nos obsequió con la actitud de siempre. Como si aquello no fuera con él. A su rollo. Sin prestar atención a lo que estábamos haciendo», indicaron fuentes de la investigación.

Los agentes se llevaron muestras de tierra, algunos palos y una mesa de metal que sospechan que Bretón pudo utilizar para cubrir los cuerpos cuando ardían y reconcentrar de esta manera el calor, para facilitar su destrucción.

Una tesis que Bretón negó utilizando a su abogado de interlocutor: «Está muy tranquilo y asegura que es un aberración pensar que el pudo hacer semejante salvajada. Y me ha pedido que, pase lo que pase, lo siga defendiendo», dijo.