La plaza, en todas partes

Ahora es cuando realmente va a ponerse a prueba el llamado movimiento 15-M o de losindignados. Ahora es cuando se ha de demostrar que estaacampada no representaba a unos niños sentados sobre un castillo de arena. Ahora es cuando hemos de hacer visible que hay vida más allá del símbolo. Entres semanas, hemos logrado dejar una idea muy clara: la necesidad de recuperar lasplazas (todas, no solo la de Catalunya) como espacios dedebate para todo el mundo que quiera.

El15 de junio, el Parlament aprobará losrecortes. Ya saben a quién tienen que estrangular y ya han hecho sus tratos para darse apoyo entre todos para que salgan adelante. Algunos partidos se abstendrán, esperando rédito político; otros votarán en contra para quedar bien con su electorado; y los que tienen más escaños votarán a favor. Simple y democrático, vaya. Es importante que ese día se encuentren con eldemos allí, frente a ellos, para ejercer sukratos, porque si se puede despedir a alguien en el sector privado por mala gestión, el pueblo tiene todo el derecho a intentar echar por causas objetivas al político de turno. Laacampada deja la exigencia de unademocracia real donde se escuche la voz de la gente más a menudo y no cada cuatro años.

Es muy importante entender que irse de laplaza no es ni una derrota ni una renuncia. Ahora, las asambleas de barrio han de coger fuerza. Su objetivo es extender una nueva educación democrática y asamblearia en los barrios, las asociaciones de vecinos y, en general, la vida de la gente.