CARPETAZO A UNA INVESTIGACIÓN POR UNA ACTUACIÓN POLICIAL

El pelotazo de los Mossos que hirió de gravedad a un joven, sin castigo

El magistrado acredita el impacto, pero no logra identificar al escopetero

J. G. ALBALAT
BARCELONA

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Carlos P. recibió el impacto de una pelota de goma lanzada por un miembro de la brigada antidisturbios de los Mossos d'Esquadra durante los altercados ocurridos en Barcelona en la huelga general del 29 de marzo del 2012. No había asistido a manifestación alguna, sino que iba a casa de su madre. Así lo ha acreditado el juez de Barcelona Josep Majó que, sin embargo, se ve obligado a archivar el proceso judicial porque no se ha podido identificar al agente que  disparó el proyectil y causó las lesiones al joven, al que se le tuvo que extirpar el bazo.

El magistrado citó a declarar como imputados, en un principio, a 22 mossos. Después redujo el número de agentes implicados. Ahora ha sobreseído el caso. Eso sí, considera que hay «indicios suficientes para deducir que la causa de aquellas lesiones no es otra que el disparo de una pelota de goma, con la mala fortuna que alcanzó a un transeúnte que nada tenía que ver con ninguna manifestación». El herido, curiosamente, había participado en una convocatoria para entrar en los Mossos. Superó todas las pruebas, quedándole solo la entrevista personal. También aprobó el examen para ser guardia urbano en Barcelona.

ARTILUGIO PELIGROSO / El juez deja constancia en su auto de la «peligrosidad» de las pelotas de goma porque es «incontrolable» su trayectoria una vez que son disparadas y rebotan en el suelo. Cabe recordar que el 30 de abril entró en vigor el veto del Parlament, votado el 18 de diciembre del 2013, por el cual los Mossos ya no pueden usar esos proyectiles.

El magistrado admite que una cuestión diferente es determinar el jefe de la unidad de los Mossos que  dio la orden o el escopetero que, «vulnerando las normas de cuidado», efectuó el disparo que causó las lesiones. El informe pericial elaborado señala que, además de las dos furgonetas policiales que aparecen en  grabaciones recogidas por los investigadores, había otras tres que no fueron filmadas. Y que los agentes podían desplazarse de unas a otras, intercambiándose de lugar, «por lo que no resulta posible» determinar el mosso concreto que pudo efectuar el disparo, relata el juez.