VOTACIÓN HISTÓRICA

El Parlament prohíbe las corridas de toros

Siete parlamentarios de CIU han votado en contra y tres del PSC han apoyado la abolición

M. BERNAL / O. TORAL/ A. LAGUNA

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El Parlament ha aprobado esta mañana por un amplio margen de 68 votos a 55 la abolición de las corridas de toros en Catalunya, que entrará en vigor el 1 de enero del 2012. CIU y PSC han sido lo únicos grupos en los que no ha habido unanimidad. Un total de 32 parlamentarios de CIU han votado a favor de la prohibición, siete en contra, seis se han abstenido, dos no han votado y uno se encontraba ausente. En el PSC, 31 han votado en contra, tres han apoyado el veto y otros tres se han abstenido.

Como estaba previsto, a favor del veto a las corridas de toros se han posicionado  21 parlamentarios de ERC y los 12 de ICV; en contra, 14 del PP y los tres del Grupo Mixto.

El resultado de la votación ha sido recibido con fuertes aplausos y alguna lágrima por los promotores de la iniciativa legislativa popular (ILP) que llevó la cuestión a la Cámara catalana con el aval de 180.000 firmas.

Al otro lado de la tribuna de invitados, al portavoz de los taurinos, Luis Corrales, y el torero catalán Serafín Marín se les ha caído el alma a los pies. Sus esfuerzos en los últimos meses han resultado baldíos, hasta el punto de que su causa ha recibido hoy menos apoyos (55) que cuando el Parlament tomó en consideración la ILP el pasado diciembre (59). Desde entonces, el componente nacionalista ha ido ganando peso en el debate, especialmente tras la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut.

A la prohibición, sin embargo, aún le queda camino para hacerse efectiva. El PP ha anunciado que hará todo lo posible en el Congreso y el Senado para contrarrestar el veto, y no descarta llevar el asunto al Constitucional.

La primera en tomar la palabra ha sido Anna Mulà, portavoz de los promotores de la ILP, que ha emplazado a los diputados a elegir entre el "espectáculo de la muerte" y la ética y los valores. Después ha intervenido Albert Rivera, de Ciutadans, que ha puesto sobre la mesa la carga identitaria que ha enturbiado la propuesta abolicionista y ha ironizado con la posición de algunos parlamentarios: "No me gustaría verles ahora comiendo foie, o pescando o cazando". También ha hecho referencia a loscorrebous, cuyo blindaje respaldan CiU y ERC, que a la vez apoyan el veto de los toros.

El tercero en hablar ha sido Rafael Luna, del PP, que ha utilizado buena parte de los argumentos esgrimidos por los taurinos a lo largo de estos meses de debate. Uno de ellos ha sido el del coste económico que acarrearía la abolición, que los defensores de las corridas sitúan en torno a los 400 millones de euros, cifra que los partidarios de la prohibición juzgan "inverosímil". Después, ha subrayado la restricción de las libertades individuales que supondría el veto. También ha repetido la contraposición entre la defensa de los derechos de los animales y el respaldo al aborto por parte de algunos parlamentarios, que ya enunció ayer su compañera Dolors Montserrat.

El socialista David Pérez ha aprovechado su turno para anunciar la retirada de las enmiendas de su grupo a la norma, con el propósito de clarificar la votación final, y ha justificado la libertad de voto del PSC.

Tras él ha llegado la intervención de Josep Rull, de CiU. Este diputado ha explicado que la libertad de voto de su grupo obedece a las distintas sensibilidades de los parlamentarios, y ha desligado la posición mayoritaria de su fuerza política a favor del veto de factores nacionalistas. También ha defendido que CiU rechace las corridas de toros a la vez que propone blindar los correbous. "La muerte de la animal no es ninguna anécdota", ha subrayado.

ERC, por medio de Joan Puigcercós, ha querido desvincular su apoyo a la prohibición de la cuestión identitaria. "El abolicionismo no tiene patria. Hoy daremos el paso hacia una sociedad más compasiva", ha defendido.

Por su parte, Francesc Pané, de ICV, ha elaborado un discurso muy lírico para defender el respeto a los animales. Ha opinado que esto no ha sido una lucha contra los taurinos, sino contra una forma arcaica de entender al hombre. Y ha dado las gracias a la plataforma Prou. 

Partidarios y detractores, en las puertas del Parlament

Militantes a favor y en contra de las corridas de toros han flanqueado las entradas al Parlament de Catalunya en los minutos previos al debate. Los taurinos, una veintena, han enarbolado banderas catalanas y exhibido eslóganes como "Soy catalán de adopción. Si me castráis mi libertad,adéu, Catalunya, adéu". Un hombre vestido con una camiseta en la que se leía "Libertad sí, toros sí" ha provocado a los antitaurinos, otra veintena, y ha causado así los únicos, muy leves roces que se han producido frente a la entrada del edificio.

"Vamos a hacer que paguen lo que están haciendo", ha dicho un portavoz de los defensores de las corridas. "Eso se verá en las urnas". Los taurinos han saludado con pitidos la llegada del conseller de Interior, Joan Saura, y con gritos de "¡Con la que está cayendo y vosotros prohibiendo corridas! ¡A arreglar la crisis, más bien!". Más de 300 periodistas están acreditados para cubrir la votación, entre ellos numerosos representantes de medios internacionales que desde muy temprano ha empezado a trabajar en las afueras del Parlament.

Los manifestantes antitaurinos, algunos embadurnados con tinta roja, han gritado consignas contra la "tortura" y en repetidas ocasiones han echado en cara a las taurinos que "manipularan" la bandera de Catalunya. "Esto no es el final --ha dicho un portavoz, bastante convencido, vistos los pronósticos, de la inminente prohibición de las corridas--. Esto es un paso cara a la abolición de todas las formas de tortura que sufren los animales".