El Papa reconoce que existe un lobi gay en el Vaticano

El papa Francisco reconoció la existencia en el Vaticano de un lobi gay, según el portal chileno Reflexión y Liberación, asociado a la corriente teológica enfrentada fuertemente con Benedicto XVI. Las palabras de Jorge Bergoglio forman parte de una larga <strong>conversación</strong> con <strong>la directiva de la CLAR</strong> (Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas).

En un momento de la charla, siempre según Reflexión y Liberación, el Pontífice llamó a los visitantes a "ir a las causas, a las raíces" de los problemas que enfrenta la Iglesia católica. Acto seguido, el Papa dijo: "En la curia hay gente santa, de verdad, hay gente santa. Pero también hay una corriente de corrupción, también la hay, es verdad... Se habla del lobi gay, y es verdad, está ahí. Hay que ver qué podemos hacer". Y, de inmediato, Francisco añadió: "La reforma de la curia romana es algo que pedimos casi todos los cardenales en las congregaciones previas al cónclave. Yo también la pedí".

Las palabras, a pesar de su fuerte resonancia política, ni siquiera encabezan la información ofrecida por la web. Aparecen en medio del relato del encuentro entre el Papa y los dirigentes de la CLAR, como si fueran dejadas a la espera de ser descubiertas. La frase comenzó a circular de inmediato y a ser glosada por los principales sitios periodísticos de la región.

Las presuntas declaraciones de Bergoglio serían la confirmación de uno de los aspectos denunciados por el informe secreto elaborado para Benedicto XVI por tres cardenales. La prensa italiana dio a conocer en parte esa investigación sobre la corrupción en el Vaticano, encargada por Ratzinger como respuesta al 'caso Vatileaks' y que, según los analistas, habría sido una de las razones por las cuales Benedicto XV renunció al cargo de papa.

Revelaciones de un teólogo ultraconservador y gay

En sintonía con ese informe se conocieron las revelaciones de David Berger, quien era un joven teólogo de la academia vaticana de Santo Tomás de Aquino. Fiel a una línea ultraconservadora, Berger llegó a ser director de 'Theologisches'. Su trabajo, a los 35 años, mereció la aprobación de Ratzinger. Pero Berger decidió salir del armario, abandonó Roma y la teología conservadora. Escribió un libro sobre sus siete años en el Vaticano, 'La sagrada apariencia', y se convirtió en un exponente destacado de la lucha por los derechos de los homosexuales. Acaba de ser nombrado director de la revista gay 'Männer' en Berlín.

En una entrevista concedida al sitio El Puercoespín, Berger explica sobre su experiencia en el Vaticano: "Mi novio iba siempre conmigo, vivíamos sobre el Aventino, en el claustro dominicano. Teníamos cuartos contiguos y oficialmente era mi primo, aunque todos sabían cuál era nuestra relación real. Nadie se inmiscuyó jamás en lo que sucedía entre nosotros. Pronto me di cuenta de que muchos vivían como nosotros en ese ambiente", dijo. Y agrega: "Diría que sobre todo curas, hasta obispos. Existe realmente una red homosexual en el Vaticano".

Preguntado sobre la posibilidad de una apertura y un sinceramiento por parte del Vaticano durante el papado de Francisco, Berger dice: "Espero que las haya. Mientras que en el caso de Benedicto XVI, su posición era inequívoca, con Bergoglio la sensación es que por lo menos hay, en cierta medida, más libertad. El hecho de que tenga una actitud más relajada podría llevar a un cambio muy moderado".