El Papa promulga el decreto de martirio del sacerdote burgalés Valentín Palencia y cuatro de sus alumnos

Este anuncio se produce en vísperas de la ceremonia en la que se declararán beatos otros cuatro burgaleses

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El Papa Francisco ha firmado el decreto de martirio del sacerdote burgalés Valentín Palencia y cuatro de sus alumnos, quienes fueron asesinados durante la persecución religiosa en España a comienzos del siglo XX.

Este anuncio se produce en vísperas de la ceremonia en la que se declararán beatos otros cuatro burgaleses, Antonio DelgadoBienvenido MataEugenio García y Leandro Gómez, todos ellos monjes cistercienses de Viaceli (Cantabria).

De esta forma, Burgos se convierte en una de las diócesis españolas con más mártires de persecución religiosa a lo largo del siglo pasado, con un total de 172, siendo la última ceremonia en este sentido la que se celebró en octubre de 2013 en Zaragoza, en la que se beatificó a 67 religiosos de la provincia.

El sacerdote burgalés Valentín Palencia, fundador del Patronato de San José y que podría ser declarado beato de forma inminente, dedicó su vida a educar a niños huérfanos en los oficios de la época con una moderna pedagogía.

Valentín Palencia, nacido en la capital burgalesa en 1871, creó un taller de enseñanza para pobres y huérfanos basado en los oficios de la época, menzclando para ello música, teatro y otras expresiones artísticas.

Entre los encargos al servicio de la diócesis burgalesa que recibió a lo largo de su vida el sacerdote, fundador de la Cofradía de la Sagrada Familia, destaca la capellanía de la Capilla de San Enrique de la Catedral de Santa María.

El 15 de enero de 1937, estando con sus alumnos en la localidad cántabra de Suances, fue arrestado por celebrar la eucaristía al Frente Popular de Torrelavega tras la denuncia de uno de sus alumnos, disgustado por no recibir la propina del sacerdote debido a su conducta.

La diócesis de Burgos propuso en 1996 el proceso de beatificación de Valentín Palencia y sus alumnos Donato RodríguezGermán GarcíaZacarías Cuesta y Emilio Huidobro y en 2003 fue presentado en Roma, siendo el catedrático de Historia de la Iglesia en la Facultad de Teología de BurgosSaturnino López, el encargado de llevarlo adelante.