RELIGIÓN

El papa pide perdón por persecución a los evangelistas pentecostales durante el fascismo

Según el propio pontífice, este acoso estuvo en ocasiones "apoyado" por fieles católicos

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El papa Francisco ha pedido este lunes perdón a los evangelistas pentecostales por la persecución que sufrieron durante el régimen fascista de Benito Mussolini que, en ocasiones y según el propio pontífice, estuvo "apoyada" por fieles católicos. Las palabras del papa se produjeron durante el discurso improvisado que pronunció ante un grupo de 200 pentecostales en la ciudad meridional italiana de Caserta, a la que ha acudido en dos ocasiones en los últimos dos días: el pasado sábado y este lunes.

El papa, como ya hiciera con las víctimas de la pederastia el 7 de julio, pidió perdón como "pastor de los católicos" por la participación de miembros de su Iglesia en la persecución a los protestantes. "Entre los que perseguían y denunciaban a los pentecostales, como si fueran locos que arruinaban la raza (término fascista para determinar una genética genuinamente italiana), había también católicos. Yo soy su pastor, por lo que os pido perdón por aquellos hermanos y hermanas que fueron tentados por el diablo", dijo.

Unas palabras que provocaron el aplauso de los asistentes, en su mayoría argentinos y estadounidenses, según Radio Vaticana. Asimismo, animó a avanzar en la unidad entre todos los cristianos para enriquecer así a la Iglesia al dotarla de mayor "diversidad". "La unidad no significa uniformidad (...) El ecumenismo es precisamente buscar que esta diversidad sea más armonizada por el Espíritu Santo y se convierta en unidad", subrayó. El fascismo, instaurado en Italia por el dictador Benito Mussolini (1883-1945), fue especialmente intolerante con los evangélicos pentecostales, quienes padecieron una feroz persecución como consecuencia de la ley Buffarini-Guidi (1935).

Esta normativa prohibía el culto pentecostal en todo el --por entonces-- Reino de Italia al considerarlo una "práctica religiosa contraria al orden social y nocivo para la integridad física y psíquica" de la mencionada raza. Fue entonces cuando los pentecostales fueron arrestados y recluidos en prisiones o campos de concentración, en ocasiones gracias a la complicidad de fieles católicos. Ya el mero hecho de realizar este encuentro con los pentecostales ha sido calificado por la prensa como "histórico" dado que, según recuerdan, es la primera ocasión en la que un pontífice sale del Vaticano y de Roma para encontrarse expresamente con miembros protestantes. Pero, tal y como dijo el papa durante su discurso ante dicha comunidad, él no ha acudido a Caserta para visitar a los evangélicos, sino para reunirse con sus "hermanos".

El obispo de Roma llegó a esta ciudad de la región meridional italiana de Campania a bordo del helicóptero del Vaticano. Acto seguido y a bordo del vehículo que emplea en este tipo de viajes, el pontífice acudió a la casa de Giovanni Traettino, amigo suyo desde sus tiempos como arzobispo de Buenos Aires y partidario, como el propio papa, de avanzar en el ecumenismo, es decir, en la unidad de las iglesias cristianas. Allí, ambos mantuvieron un encuentro estrictamente privado en el domicilio del pastor tras el cual, acudieron juntos a la sede de la "Iglesia Pentecostal de la Reconciliación" en Caserta, donde Francisco pronunció dicho discurso.

Por su parte, Traettino aseguró sentir una "gran alegría" ante esta visita, que calificó de "regalo grande e inesperado, impensable hasta hace poco". "Querido papa, podrá comprobarlo mirando a los ojos de los niños y de los ancianos, de los jóvenes y de las familias ¡Te queremos mucho!", dijo el pastor protestante, provocando el aplauso de los congregados. Con la visita de hoy, el papa Francisco ha acudido a Caserta en dos ocasiones en los últimos dos días. Y es que su encuentro con los pentecostales estaba fijado para el pasado sábado pero, al anunciar el pontífice al obispo de Caserta su intención de reunirse con los protestantes en la ciudad campana, este le recordó que su visita coincidiría con el día de la fiesta patronal, dedicada a Santa Ana. "Cuando llamé al obispo para decirle que quería venir para celebrar un encuentro privado con un amigo él me respondió '¡Ah, el día de la fiesta patronal!' y de inmediato pensé que el día siguiente todos la prensa titularía que el día de la patrona de Caserta, el papa se va con los protestantes", dijo divertido el pontífice. De este modo, el papa optó por posponer la visita privada y el encuentro con los evangelistas a hoy y mantener el sábado su visita a Caserta, adonde acudió para celebrar una misa en cuya homilía pronunció un encendido alegato en contra de la corrupción.