La oposición reprocha a Trias el momento elegido para regular

Un usuario se prepara un porro en un club de la calle de Nàpols de Barcelona, el lunes.

Un usuario se prepara un porro en un club de la calle de Nàpols de Barcelona, el lunes.

CRISTINA BUESA / BARCELONA

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De acuerdo en el fondo pero no en las formas. El momento electoral así lo dicta. A dos días del inicio oficial de la campaña de las municipales, los cuatro partidos en la oposición con representación en el plenario coincidieron ayer en que era necesaria la regulación de las asociaciones cannábicas pero discreparon del momento en el que el equipo de gobierno que encabeza Xavier Trias la tira adelante.

Los más duros fueron el PSC y el PP. Ambos recordaron que sus respectivas formaciones hace meses que reclaman al alcalde que acometa una regulación. "Trias hace las cosas tarde y mal", se quejó el candidato socialista, Jaume Collboni, que recordó que hace más de un año que su grupo, junto con las asociaciones cannábicas, piden que se intervenga  en este ámbito. Y objetó que el plan que se presenta hoy no resuelve la regulación porque deja un mar de dudas por resolver.

FUMANDO UN PURO

Algo parecido sucede en las filas del PP. La concejala responsable de este asunto, Belén Pajares, mostró su "sorpresa" por el anuncio del nuevo plan urbanístico, a 15 días de las elecciones, cuando su partido está presentando preguntas al respecto "desde noviembre del 2013". "Han tenido mucho tiempo para tomar decisiones y lo hacen ahora, solo 15 días antes de las elecciones", censuró la edila.

Pero lo peor para Pajares es el hecho de que se opte por una nueva moratoria de 18 meses, una táctica que el gobierno de CiU ya ha utilizado en otras regulaciones, como con la ordenanza de las bicicletas o con la de animales domésticos, recordó. "Mientras el alcalde Trias se fuma un puro, que rule el porro. Me sabe mal decirlo así, pero es lo que está ocurriendo", soltó Pajares emulando a su jefe de filas, Alberto Fernández Díaz, siempre mordaz en sus declaraciones contra el alcalde.

GENERACIÓN DE CONFLICTOS

"Clama al cielo. Este asunto ha generado inseguridad y muchas molestias a los vecinos", opinó Pajares. El PP, insistió, sí está a favor de que se regule la proliferación de estos establecimientos en Barcelona, "pero hay muchas maneras de hacerlo y esta no es la mejor", zanjó la representante de los conservadores en el consistorio.

La alcaldable de Barcelona en Comú (BC), Ada Colau, recuerdó que también aboga por la regulación del consumo del cannabis en la ciudad, pero afirmó que la iniciativa del gobierno de CiU "busca generar conflictos". "Nosotros estamos a favor de que todos los derechos sean conciliables", contrapuso Colau, quien puntualizó que su formación defiende igualmente que los clubs cannábicos "no estén cerca de las escuelas".

MEJOR CONTRA LOS APARTAMENTOS

"No estamos a favor del cierre indiscriminado de estos locales ni de criminalizar algo que es plenamente legal", sostuvo por su parte el candidato de Esquerra Republicana (ERC) a la alcaldía, Alfred Bosch. Los republicanos defienden que se regule el consumo de esta sustancia tanto en la capital catalana como en el resto de Catalunya, pero creen que clausurar los clubs cannábicos solo traslada el problema, ya que muchos consumidores se desplazarán al mercado negro.

Bosch aprovechó para atacar al equipo de gobierno en uno de sus flancos débiles: "Antes optaríamos por vigilar lo que es ilegal, como los apartamentos turísticos que hay en la ciudad", lanzó.