investigación policial

Operación policial en una librería de BCN por pornografía intantil

TORTOSA

TORTOSA / periodico

J. G. Albalat

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Los Mossos d'Esquadra han registrado este miércoles una libreria en el barrio del Eixample de Barcelona a raíz de una investigación contra la pornografía intantil. Fuentes policiales han asegurado que se trata de la segunda fase de la operación efectuada en agosto del 2016 en Tortosa en la que se desarticuló un grupo que se dedicaba a la explotación sexual de menores de edad y a la producción y venta de pornografía intantil. Los agentes detuvieron entonces a siete personas. En total se detectaron 29 víctimas, de las que siete estaban tuteladas por el sistema de protección de la infancia de la Generalitat.

La policía autonómica ha buscado ahora en la librería barcelonesa datos sobre la red y la distribución de videos. Es decir, a quién iba a parar el material pornografico de menores. No se descarta que se produzcan detenciones. Se sospecha que por la tienda pasaron decenas de DVD producidos por la organización. Esta segunda fase de la operación  se inició en noviembre. Al responsable del local registrado este miércoles se le ha entregado una citación.

La productora

El presunto cabecilla de la red es Jean Luc A. un ciudadano francés que reside desde hace muchos años en Catalunya. Tenía junto a otro ciudadano francés y uno marroquí la productora de pornografía con sede en el barrio barcelonés del Poble Sec, dada de alta en el registro mercantil desde el 2002 con la denominación de Productos AschCom, SL. El 'boom' de internet provocó que dejara de ganar dinero con la proliferación de las páginas que ofrecen pornografía gratuitamente. La productora decidió entonces cambiar y se dedicó a grabar material para pedófilos, según fuentes conocedoras de las pesquisas. “Ellos ya eran pederastas”, remarcó en agosto del 2016 el inspector Jordi Domènech, jefe del Área de Personas de los Mossos. Jean Luc cumplía entonces una condena por abusos contra ocho menores de 13 años

La organización captaba a niños en riesgo de exclusión social. Algunos de ellos estaban bajo la tutela de la Direcció General d'Atenció a l'Infància i l’Adolescència (DGAIA)DGAIA. Españoles, marroquís y rumanos. Los engañaba pagándoles cantidades de dinero casi ridículas.

Entre estos niños, siempre varones, se corrió la voz de que había un hombre que daba dinero por prácticas sexuales. Su situación de desamparo hizo que la organización fuera captando a más víctimas. Sabía cómo seleccionarlos porque todos eran chicos sin recursos y sin familias estructuradas. De los 80 niños agredidos, solo  29 llegaron a ser identificados; 26 de estos son catalanes. Se les pudo poner nombre al consultar el fichero de la DGAIA.