Tragedia aérea

Opacidad informativa en los Alpes

Habría ayudado que la crisis tuviera un portavoz, alguien a quien poder preguntar

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / FERRAN COSCULLUELA / SEYNE LES ALPES

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Tanto la policía como los responsables políticos coinciden, como no podría ser de otra manera, en que lo primero y más importante es estar al lado de las familias. Lo reiteraron ayer François Hollande, Angela Merkel y Mariano Rajoy en su comparecencia sin preguntas ante los medios de comunicación. Si es así, ¿por qué tanta opacidad informativa que lo único que consigue es incrementar la competencia entre medios de comunicación y alimentar los rumores y las fugas de información? Desde que cayera el avión, solo se ha producido una rueda de prensa. Precisamente la que ayer protagonizaron los tres mandatarios y en la que nada se dijo sobre las causas del accidente que el martes costó la vida a 150 personas en una recóndita canal de los Alpes. Al margen de la voluntad, lógica y evidente, de trabajar unidos, los líderes francés, alemán y español no aportaron nada.

Dicen que los familiares son lo primero, pero hoy han tenido que desayunar con una información publicada por el prestigioso 'New York Times' en la que se asegura que uno de los pilotos habría salido de la cabina, y al intentar entrar de nuevo, su compañero no habría respondido a sus demandas para acceder al habitáculo de control del aparato. A ver quién se atreve a llevarle la contraria al 'New York Times' a pesar de que la fuente militar que cita no aporte su nombre.

La cuestión es que los familiares españoles de las víctimas, que llegarán a Seyne Les Alpes este mediodía, han tenido que conocer a través de un diario estadounidense que el piloto que llevaba a sus seres queridos o perdió la cabeza, o las ganas de vivir o simplemente se desplomó por causas desconocidas. Quizás era un terrorista, quién sabe, pero tanta malicia le habría llevado a estrellar el aparato sobre una población, no en medio de la nada. Una información, en cualquier caso, que no ayudará a su estado de ánimo. Seguramente, por la angustia que genera la duda, lo empeorará. 

La opacidad informativa sobre el terreno ha sido total. "Las condiciones son muy complicadas", "lo primero es asegurar la zona para poder trabajar en condiciones". Poco más. Pero luego, algunos medios franceses, con trato preferencial aquí en los Alpes (y esto no es una pataleta) publican el miércoles por la tarde que ya se han rescatado algunos restos. De nuevo una fuente que no quiere aportar su nombre. Y de nuevo una información que los familiares reciben sin confirmación alguna, quizás a través de un tuit, o de un amigo que les dice que ha leído no sé dónde que…

Quizás habría ayudado que la crisis tuviera un portavoz, alguien a quien poder preguntar. Quizás habría ayudado una rueda de prensa por la mañana y otra por la tarde para actualizar datos. De este modo, y siempre con ese objetivo de mimar a las familias, estas no habrían tenido que ir conociendo los detalles de la tragedia con cuentagotas, sin confirmación oficial, sin un nombre al que atribuir la información. Luego ya, cada medio puede ir sacando exclusivas. Pero si lo más importante son las familias, como dice la policía, los militares y los políticos, la información, según cómo llegue, puede incrementar su dolor.