Nueva tendencia en la educación superior

La oferta universitaria 'on line' se duplica en solo seis años

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / Barcelona

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En la educación está el negocio. Y en internet, la clientela. La feliz coincidencia de estos dos elementos, un mercado laboral que exige cada vez más conocimientos y mejor preparación y la popularización de las nuevas tecnologías, ha dado lugar a lo que algunos definen como una auténtica explosión de la universidad virtual en España. Hasta el punto de que el 15% de los estudiantes de grado (o de las antiguas licenciaturas) están matriculados en universidades a distancia. El fenómeno ha tenido distintas expresiones: por una parte, empiezan a proliferar las nuevas universidades 'on line'  --todas ellas, de titularidad privada--, que se han convertido en una agresiva competencia para los campus tradicionales y que han duplicado en seis años su oferta de titulaciones. Por otra, han aparecido en internet decenas de grados homologados (que se han triplicado en su versión 'on line' desde el 2007) ofrecidos por las universidades convencionales, que pretenden de este modo captar nuevos alumnos y, de paso, diversificar las fuentes de ingresos.

Así, mientras la universidad española ha perdido en su conjunto casi el 7% de estudiantes respecto del curso 2000-2001, los centros que operan a distancia han experimentado en el mismo periodo un aumento de aproximadamente el 48% en el número de alumnos. Los matriculados en universidades convencionales (o presenciales) han caído el 12,6%.

«Ya veremos qué tiene todo esto de burbuja y hasta qué punto son sostenibles algunos de los modelos de negocio que se están planteando, pero lo que es innegable es que desde hace tres o cuatro años estamos viviendo una ola de universidades on line», observa Carles Sigalés, vicerrector de Docencia y Aprendizaje en la Universitat Oberta de Catalu-nya (UOC), que ha servido de modelo a más de uno de los campus de reciente aparición.

Es más, es muy posible que este boom de la universidad virtual esté solo empezando, señala Sigalés. «Hay quien vaticina que en el 2050 quedarán pocas universidades presenciales en el mundo, al menos como se conocen ahora, y que la oferta de títulos superiores será en su gran mayoría por internet»,  agrega.

Accesible y compatible

«Una de las claves del éxito de este tipo de enseñanza virtual es que es compatible con las jornadas laborables, para aquellos que trabajan, y que los cursos son accesibles desde los territorios más alejados», señala Miguel Ángel Sebastián, vicerrector de Coordinación y Planificación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), la pionera en el sector, pese a que no es totalmente por internet, ya que incluye tutorías presenciales.

«Era evidente que no podíamos seguir siendo ajenos a la globalización que ha propiciado internet y, como ha ocurrido de hecho en otros ámbitos, las universidades tradicionales hemos empezado a usar también esta herramienta tan potente», admite Manel Viader, vicerrector de Política Docente de la Universitat de Barcelona (UB), que hace unas semanas presentó una nueva oferta de títulos a distancia, de momento formada por un grado y dos másteres. El proyecto, que se pondrá en marcha el curso 2014-2015, cuenta con una parte de financiación privada, aportada por el grupo Planeta.

Además de la expansión de internet, de la creciente movilidad de estudiantes y profesores y de la necesaria internacionalización de la universidad, a nadie se le escapa que este auge de la oferta universitaria on line responde a una apetitosa posibilidad de negocio. «Hay una demanda creciente de formación superior, tanto universitaria como profesionalizadora, en países emergentes de Asia, de América Latina, del este de Europa y de África... Allí el potencial de crecimiento para los suministradores de formación es muy intenso, de entre el 15% y el 30%», subraya Lluís Jofre, director general de Universitats de la Generalitat.

Con todo, advierten unos y otros, el potencial de negocio que supone esta nueva modalidad de acceso a los estudios superiores no ha de hacer perder de vista la calidad. Lamentablemente, denuncian, algunas de las universidades privadas que han surgido en España desde el 2008 han apostado «por abaratar costes a costa del profesorado», lamenta Sigalés. «Eso ha hecho que, pese a ser estructuras más ágiles y rápidas, lo que les ha permitido cubrir nichos nuevos de mercado, hayan tenido un éxito muy desigual», constata Viader.