Ofensiva de la OMS para neutralizar a los antivacunas

Aplicación de una vacuna a un menor en un centro sanitario de Barcelona.

Aplicación de una vacuna a un menor en un centro sanitario de Barcelona.

EL PERIÓDICO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los colectivos antivacunas, las personas que rechazan la inmunización, tanto para sí mismas como para sus hijos, «son un desafío creciente» y «una amenaza para los países que intentan aplicar programas de vacunación que resulten eficaces para su población», denunció ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS), que anunció que el próximo septiembre pondrá en marcha una campaña a gran escala para concienciar a los ciudadanos sobre la necesidad de ser inmunizados.

A parte de algunas minorías étnicas rurales y miembros de comunidades que viven en zonas aisladas y que, por lo tanto, tienen un acceso restringido a estos fármacos, los principales destinatarios de la campaña serán personas residentes en áreas urbanas y con un alto poder adquisitivo, miembros de determinados grupos religiosos y objetores por motivos ideológicos, indica la organización internacional. Entre estos últimos se incluiría, por ejemplo, la familia del niño de 6 años de Olot que falleció el pasado junio de difteria, enfermedad que contrajo por no estar vacunado.

EXPANSIÓN

Para argumentar la campaña, el organismo dependiente de la ONU se remite a un artículo publicado esta semana en su revista 'Vaccine', que recoge que cada año se registran 1,5 millones de muertes infantiles por enfermedades que podrían haberse evitado con vacunas ya disponibles. Esto ocurre, en buena parte, precisa Philippe Duclos, asesor del Departamento de Inmunización y Vacunas de la OMS, «porque uno de cada cinco niños aún no tiene acceso a estos fármacos».

La preocupación de los expertos internacionales es consecuencia de la constatación de que los movimientos antivacunas no son ya un problema exclusivo de países desarrollados, sino que se están extendiendo a países con menos recursos como consecuencia de la globalización. El rechazo a vacunas que han demostrado ser seguras tiene una razón de ser «compleja», señala la entidad, que opina que en esta actitud influyen diferentes factores como «la desinformación, la comodidad, la conveniencia y la falta de confianza».

«Un mayor nivel educativo no implica necesariamente la aceptación de las vacunas», recoge el estudio publicado por 'Vaccine'. «De hecho -prosigue el artículo-, varios estudios identifican la educación superior como un posible obstáculo ante la aceptación de las vacunas en algunas comunidades, mientras que otros estudios identifican la educación como promotora de la aceptación de la vacuna en otras áreas». Incluso el miedo a las agujas puede ser un factor de denegación de la vacuna, agregan los autores.

FALSOS MITOS

«Las vacunas solo pueden mejorar la salud y prevenir muertes cuando se utilizan, y los programas de vacunación deben ser capaces de alcanzar y mantener tasas elevadas para ser eficaces», destaca Duclos, que ha colaborado con la publicación con un artículo titulado 'Recomendaciones de la OMS en relación a las vacilaciones sobre las vacunas'. Este experto cree que la preocupación por la seguridad de las inmunizaciones es uno de los principales argumentos que utilizan los antivacunas para desaconsejar su uso, aunque también influyen falsos mitos que ya se han desmontado, como que puedan causar problemas de fertilidad en las mujeres. También influyen el precio de las vacunas en algunos países o la desconfianza de muchas personas hacia el sistema sanitario de su país, ya que, en su opinión, este se estaría dejando llevar por los intereses de la industria farmacéutica, como denuncia en España la monja Teresa Forcades.

Aunque la OMS admite que no hay una «fórmula mágica» para combatir este movimiento, considera que se deben estudiar los argumentos utilizados en cada caso para desarrollar estrategias específicas para mejorar la confianza con respecto a cada vacuna. Y, para ello, explica la organización en un comunicado hecho público ayer, es un eje central la mejora de la comunicación «para evitar miedos», en muchos casos infundados.