Contrataque taurino en el Congreso

Oda a la tauromaquia

Concentración ante el Congreso a favor de las corridas de toros, ayer.

Concentración ante el Congreso a favor de las corridas de toros, ayer.

M. V.
MADRID

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Quizás, solo quizás, el portavoz del PP de Cultura en el Congreso, Juan Manuel Albendea, se había percatado de la magnitud de su error al afirmar que Barcelona volverá a tener toros por la Mercè. Solo es una hipótesis, pero lo cierto es que en sus dos intervenciones ante el pleno del Congreso que ayer aceptó tramitar la iniciativa popular para declarar bien de interés cultural los toros ni siquiera mencionó las palabrasCatalunya oprohibiciónpara defender la propuesta. Apenas hizo algo más que ensalzar el toreo como arte con un empacho de citas de literatos que«no son precisamente de derechas», como Federico García Lorca y Miguel Hernández, y de referencias al papel de la tauromaquia en la pintura de Dalí, Miró, Goya, Picasso...

No parecía tramitarse una ley, sino una medalla al mérito artístico. El diputado se adornó en una faena dirigida al tendido, donde seguían expectantes la sesión el Juli y José María Manzanares junto a los promotores de la iniciativa, la Federación de Entidades Taurinas de Catalunya. Hasta que la diputada de CiU, María Surroca, intentó que el diputado popular bajara a la arena:«Más allá del debate toros sí, toros no, lo que se plantea aquí es anular una decisión del Parlament de Catalunya, ejerciendo competencias que no corresponden al Estado».Y es que el artículo 5 de la propuesta establece que quedarán derogadas todas las leyes que se opongan a la protección de la fiesta.

Intento en vano. Albendea, muy cuco, tentó a Surroca recordándole que asistió con ella a una corrida en la Maestranza y la fiesta«le gustó». Pero la catalana tampoco entró al trapo y le recordó que podrían gustarle, pero la cuestión de ayer era el respeto a una decisión de Catalunya.«Allí el debate toros sí, toros no, ya lo hemos superado. Aquí estamos hablando de otra cosa».

A los votos favorables del PP se sumaron los de Unión del Pueblo Navarro (los sanfermines mandan) y UPyD. Estos más por distanciarse de los nacionalistas que por amor a los toros. Total, 180 votos a favor, 40 en contra y 107 abstenciones, las de los socialistas.

El PSOE evitó el voto contrario que proponía el PSC. Temía Ferraz que alguno de sus taurinos rompiera la disciplina del grupo. Andrés Torres Mora, el hombre que le hacía los discursos a Zapatero, ejecutó con arte la faena de aliño encomendada. La propuesta«no es un regalo, sino un caballo de Troya» y «la utilización política de un sentimiento», dijo mirando también al tendido. Los socialistas no están«ni por fomentar ni por prohibir», sino por«la sabia tolerancia que muestra la sociedad española», dijo para justificar la abstención.

Quien sí entró al trapo con trazo grueso fue el republicano Alfred Bosch.«Hoy pasará a la historia como el día en que se decidió gastar más dinero en festejos sádicos mientras se desprotegía a los desahuciados».El cambio de tercio del PP en la dación en pago le desmentiría. El Juli y Manzanares salieron con un sabor agridulce del debate.«Contentos»por la aprobación de la propuesta, pero molestos por«la politización» de su fiesta.