CIENCIA

Nuevos materiales se acercan al sueño de la invisibilidad

MICHELE CATANZARO
BARCELONA

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Si la luz se deslizara alrededor de los objetos como el agua de un río alrededor de un pie sumergido, los objetos serían invisibles. Los miraríamos y no observaríamos más que el fondo situado detrás. En efecto, la invisibilidad sería posible si la luz se separara, envolviera el objeto como por arte de magia y, en lugar de proyectar una sombra, volviera a unirse detrás de él. Gracias a una nueva generación de productos ultratecnoló-

gicos, los metamateriales, esta posibilidad ha dejado de ser una fanta-

sía: el año pasado, investigadores del Reino Unido y EEUU demostraron que se puede moldear la trayectoria de rayos de microondas. Desde entonces, se ha desencadenado una carrera para lograr lo mismo con luz visible, que es el espectro que puede ser percibido por nuestros ojos.

Los metamateriales no son sustancias especiales. De hecho, sus sorprendentes propiedades no surgen de los materiales de los que están compuestos, sino de su arquitectura, de cómo están construidos. Mirados de cerca, tienen una articulada textura de diminutos anillos metálicos, pequeñísimos hilos u otras estructuras no mayores de unas fracciones de milímetro. "Meta quiere decir más allá. Son productos artificiales con propiedades controlables que van más allá de las que exhiben las sustancias naturales", explica Ferran Martín, catedrático de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y coordinador de la Red Española de Metamateriales (Reme).

SEMANA DEL SECTOR

"España es una potencia en la investigación en este campo", precisa Martín, y prueba de ello es la gran actividad desarrollada, con publicaciones y lanzamiento de patentes. Del 5 al 8 de febrero, por ejemplo, Barcelona acogió la Semana de los Metamateriales. "Y en septiembre --añade-- se celebrará en Pamplona la conferencia internacional más importante del sector".

Los científicos han fantaseado sobre los metamateriales desde los años 60. Sin embargo, no fue hasta 1999 cuando el científico británico John Pendry propuso una partícula metálica que permitiría por primera vez poner en práctica las especulaciones. "Fue el Big Bang de los metamateriales --comenta Martín--. A partir de entonces se abrió una posibilidad inesperada, la de manipular y canalizar el recorrido de la luz a través de ciertas sustancias, estructurándolas adecuadamente". Por ejemplo, de manera que se pueda deslizar alrededor de la superficie de un cilindro y haga invisible su interior para un detector de microondas. Eso fue exactamente lo que lograron en el 2006 los grupos de David Smith, en EEUU, y John Pendry.

Conseguir el mismo resultado con radiación visible implicaría lograr la invisibilidad. "Sin embargo, siguen en pie muchas dificultades --alerta Martín--. Quizá se puedan resolver fabricando metamateriales de dimensiones nanométricas, es decir, de una milmillonésima parte de metro". No obstante, las inversiones en el sector no faltan. El Departamento de Defensa de EEUU está invirtiendo mucho en investigación básica --prosigue el investigador de la UAB--, quizá esperando poder fabricar un día escudos de invisibilidad". "Por otro lado, con los metamateriales actualmente disponibles ya se pueden desarrollar aplicaciones en el campo de las telecomunicaciones".

APLICACIONES

El Centro de Investigación en Metamateriales para la Innovación en Tecnologías Electrónica y de las Comunicaciones (CIMITEC), de la UAB, también dirigido por Martín, ha colaborado con empresas como la multinacional de impresoras Epson o la de defensa y espacio Grupo Thales. Las potenciales aplicaciones tecnológicas incluyen miniaturizar antenas, fabricar componentes ligeros para el espacio, desarrollar piezas para comunicaciones inalámbricas de banda ancha o incluso nuevos sistemas de imágenes para la resonancia magnética. Otros grupos de investigación muy activos en España son el de Ricardo Marqués, en la Universidad de Sevilla, y el de Mario Sorolla, en la Universidad Pública de Navarra.

"España no tiene el potencial tecnológico de países como EEUU, pero sí puede aprovechar su buena situación en este campo". Efectivamente, los estudios empiezan a producir resultados prácticos. El próximo proyecto del CIMITEC implica a una empresa catalana, Aida Center SL, para el desarrollo de etiquetas inteligentes más compactas que sustituyan los códigos de barras.