13 NUEVOS CARDENALES ELECTORES

Francisco prepara el perfil del próximo Papa

El Pontífice nombra cardenales a obispos periféricos y dialogantes con la modernidad

El papa Francisco crea cardenal al arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.

El papa Francisco crea cardenal al arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. / ANTONELLO NUSCA / EFE

ROSSEND DOMÈNECH / ROMA

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El papa Francisco ha nombrado este sábado a 13 nuevos cardenales que serán electores del próximo Papa. Es la tercera ola de nombramientos de cardenales efectuada por Francisco, y con ella ya habrá renovado a 44 cardenales, es decir, a más de un tercio de los 120 electores que, como máximo, puede tener un cónclave. De tal manera que Bergoglio pronto podrá preconfeccionar un cónclave en el que haya una mayoría de electores afines a su línea, algo que en la historia han conseguido pocos papas.

Ninguno de los 13 elegidos procede del gobierno central del Vaticano sino de las periferias del catolicismo. Ninguno tampoco se distingue por haber entablado cruzadas religiosas de ningún tipo contra los temas más candentes de las sociedades modernas, como las nuevas formas de familias, las convivencias prematrimoniales o los matrimonios homosexuales.

Al contrario, algunas sedes que tradicionalmente eran consideradas como un eslabón para llegar a ser cardenal, como las de Los Ángeles y Filadelfia en los EEUU, presididas por arzobispos guerrilleros contra las políticas sociales y sanitarias de Barack Obama y del Tribunal Supremo de aquel país, se han quedado con las ganas.

Solo uno de los nuevos cardenales está de plantilla en el Vaticano. Mario Zenari, actual embajador de la Santa Sede en Damasco -la única sede diplomática occidental que permanece abierta en Siria-, aunque no podrá trasladarse a Roma. Es la primera vez que un Papa eleva a cardenal a un embajador del Vaticano, pero Francisco quiere que siga en su puesto, dando testimonio en “la martirizada iglesia siria”.

LA CLAVE ESPAÑOLA

Por lo que se refiere a España, el ascenso a cardenal elector del arzobispo de Madrid, Carlo Osoro Sierra, constituiría para algunos analistas de temas católicos, como Juan G. Bedoya,  un “apuntalamiento” de la línia de Francisco en una iglesia marcada durante años y aún sujeta a los tejemanejes del conservador cardenal Antonio María Rouco Varela. Además de Osoro, Francisco tendría ahora en la península como principales aliados a los arzobispos de Barcelona y Valladolid, respectivamente Juan José Omella y Ricardo Blázquez, y podrá contar con los próximos obispos que deberá nombrar proximamente, que son una media docena.

Según los vaticanólogos más conservadores, la nueva hornada de electores del Papa reflejaría como Jorge Bergoglio está tejiendo, en Roma y en el planeta, lo que llaman “un gobierno en la sombra”. Un gobierno del Papa argentino, que obviamente no coincide con el Vaticano de los escándalos, trifulcas y corrupciones que Francisco se encontró al ser elegido (2013), después de la histórica renuncia de Benedicto XVI, cuando los cardenales electores de entonces le pidieron que hiciera una limpieza radical en el gobierno central católico.

FIN DEL EUROCENTRISMO

De acuerdo con el análisis del veterano y liberal vaticanólogo estadounidense Philip Pullella, los nombramientos reflejan la voluntad del Papa de reforzar las zonas más frágiles de las fronteras político-cultural-religiosas del catolicismo, abandonando el eurocentrismo habitual. Tales son los nuevos cardenales de la República Centroafricana, Papúa-Nueva Guinea, Malasia y Lesoto, alguno de cuyos países tendrán un cardenal por primera vez en su historia.

Por continentes, tres de los 13 nuevos cardenales proceden de Europa, tres de Latinoamérica, tres de los EEUU, dos de África, uno de Asia y otro de Oceanía. “La lista (de los candidatos) es larga, pero hay sólo 13 puestos”, dijo Francisco a su regreso del reciente viaje a Bakú (Azerbaiján), añadiendo que le gustaba que en el colegio cardenalicio “se vea la universalidad de la iglesia, no solo el centro europeo, sino todos los lugares, los cinco continentes, si se puede”.

Además de los 13 electores, Francisco elevará a 'príncipes de la iglesia' también a otros cuatro que ya han sobrepasado los 80 años, solo porque en su opinión lo merecen. A causa de la edad no serán electores del próximo Papa, pero se distinguen por su testimonio actual o pasado, como el simple sacerdote albanés, Ernest Simoni: pasó 28 años en las prisiones del dictador Enver Hoxha, limpiando alcantarillas y latrinas de Skodra y trabajando en las insalubres minas del país.