Dos asaltos violentos a casas en Girona

Un matrimonio fue atado en Vilobí d'Onyar y una mujer y su hija, retenidas en Cassà de la Selva

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Cuatro ladrones asaltaron este martes por la noche a una pareja en una casa aislada de Vilobí d'Onyar y se llevaron 900 euros. La misma banda parece estar tras el asalto a una mujer y su hija en una urbanización de Cassà de la Selva.

Los delincuentes sorprendieron al propietario del mas Can Tribana, de Vilobí d'Onyar, Lluís B., cuando estaba viendo la televisión. El hombre, que se había quedado adormecido, se despertó ante cuatro hombres encapuchados y vestidos de negro que le ataron con unos trapos que encontraron en la misma casa.

Los asaltantes le exigieron que les dijera dónde estaba la caja fuerte, pero el propietario les indicó que todo lo que tenía de valor en la casa eran 900 euros que guardaba en la mesilla de noche.

Tras obtener el dinero, los asaltantes revolvieron toda la casa en busca de otras pertenencias y objetos de valor. Mientras revolvían la casa llegó a la vivienda la esposa del propietario, que también fue inmovilizada y dejada en la misma habitación que a su marido.

Ninguno resultó herido. El hombre les entregó finalmente un sobre con 900 euros. Según las víctimas, los ladrones hablaban en castellano, francés y en alguna lengua africana, y abandonaron la casa a pie a través de un campo tras permanecer unas dos horas en ella.

Dueños de un restaurante

Los Mossos d'Esquadra investigan si la misma banda está detrás de otro asalto violento en Cassà de la Selva, cuando cuatro encapuchados armados con un cuchillo asaltaron una casa y dejaron encerradas durante seis horas a la dueña y a su hija menor tras llevarse 30.000 euros en efectivo, joyas y otros objetos.

Los hechos tuvieron lugar sobre la 1 de la madrugada del pasado 9 de septiembre cuando la madre, que regenta un restaurante en Sant Feliu de Guíxols, y la hija de 16 años llegaron a su casa, situada en la urbanización Refugi de Les Gavarres. Los cuatro asaltantes, que consiguieron burlar a los perros de vigilancia y la alarma, estaban esperando a las dos mujeres totalmente tapados, en la única sala de la casa donde no había sensor de alarma.

Amenazándolas con un cuchillo, les pidieron que dijeran dónde estaba la caja fuerte y para presionar más a la madre se llevaron a la hija dentro de un coche haciéndole creer que si no colaboraba la agredirían o se la llevarían. La mujer les dio unos 30.000 euros en efectivo que tenía en casa de la recaudación del restaurante y los asaltantes revolvieron toda la vivienda, consiguiendo además un botín de diversas joyas y de teléfonos móviles.

Cuando se convencieron de que no había caja fuerte, sobre las 02.00 horas, dejaron que la hija volviera con la madre y las encerraron en el trastero. Los ladrones huyeron en el todoterreno de la madre, que posteriormente fue encontrado abandonado en un barrio de la localidad vecina de Llagostera.

No fue hasta las 08.00 horas, cuando llegó el jardinero, que las encontró encerradas y gracias al teléfono de un vecino llamó a una amiga, que alertó de los hechos a la policía. Los investigadores sospechan que los ladrones conocían perfectamente las costumbres de las dos habitantes de la casa y aprovecharon su ubicación privilegiada, aislada en medio de Les Gavarres, pero con acceso por varios caminos.