ÉXITO DE UNA INICIATIVA SOCIAL

Nada de caridad, empleo

Satisfecha 8 Aminata Ndiaye, ayer en el Hotel Princess, en Barcelona.

Satisfecha 8 Aminata Ndiaye, ayer en el Hotel Princess, en Barcelona.

TONI SUST
BARCELONA

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En el barcelonés Hotel Princess, como en otras empresas ubicadas en la zona del Fòrum, se dieron cuenta hace 10 años -cuando el establecimiento inició su andadura- de que a un lado y a otro de la Diagonal la vida es muy distinta. Lo cuenta su director, Santiago Hernández, que explica que así nació la asociación Barcelona Forum District, para ayudar al lado montaña del barrio. Y subraya: «Solo empresas privadas, 14, ni una institución». El grupo empezó a colaborar con entidades sociales y con el tiempo fue a más.

Trinijove, fundación que conoce bien el terreno de la vulnerabilidad, les puso en contacto con el programa Incorpora, de la obra social de La Caixa. El programa conecta a 1.400 empresas con 100 entidades sociales, que son las que envían a personas en riesgo de exclusión en pos de una inserción laboral. En el 2013, facilitó la contratación de 4.399 personas en riesgo de exclusión en Catalunya, 1.500 más que en el 2012.  En toda España, la cifra ascendió a casi 15.000.

Hernández subraya que las empresas, empezando por su hotel, mantienen una exigencia que se aleja de la caridad. Si el trabajador encaja, seguirá. Si no, no. Como cualquier trabajador. «Y cobran como cualquier trabajador», agrega el director entre Yoanel Sánchez, dominicano de 23 años, ayudante de cocina del hotel, y Aminata Ndiaye, senegalesa de 33 años, camarera de piso.

«No somos una oenegé»

La frase se puede leer en negativo y en positivo: no somos una oenegé. Cualquiera la ha escuchado como justificación de que no se dé algo. Pero el director del Hotel Princess la emplea  en sentido contrario: «No somos una oenegé». Es decir, Sánchez y Ndiaye no trabajan en el hotel porque se les quiera ayudar, sino porque se lo han ganado: son buenos, cumplen en su trabajo. Ella ya trabajó en la empresa el año pasado. Vive con su pareja y un hijo de 5 años. Él vive con su madre y tres hermanos. Ambos llegaron a Incorpora enviados por Creu Roja y, si todo va bien, tendrán trabajo hasta 10 meses al año.

Hernández da cuenta de hasta qué punto es importante que todo se fundamente en el sentido de la realidad. Como ejemplo cita el hecho de que en el 2012 Incorpora proporcionó a las empresas del Barcelona Forum District 25 personas. Una vez acabadas las prácticas, solo el 45% de estas tuvieron continuidad. «Bajo para una empresa, alto para una entidad social», dice. En su opinión, el problema era que, o faltaba formación, o información previa. Las empresas solicitan un perfil determinado laboral. En el 2013, todo fue mejor: a las citadas empresas llegaron 41 personas en riesgo de exclusión, de las que el 71% han obtenido un contrato posterior.

«Si estas personas fracasan, se produce un doble fracaso», afirma el director del hotel. «Hay que buscarles otra cosa, retroceden. Por eso pedimos que lleguen preparadas», prosigue Hernández, que subraya la relevancia de ajustar la oferta de Incorpora a la demanda de las empresas para lograr éxitos como los de Sánchez y Ndiaye.