PADRE CORAJE

800 kilómetros nadando para recaudar fondos para la investigación del tumor cerebral de su hijo

Las aportaciones han llegado a los casi 7.500 euros a beneficio de la oenegé Brain Tumor Research

Nada 800 kilómetros por la enfermedad de su hijo

Nada 800 kilómetros por la enfermedad de su hijo / periodico

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El padre de Bruno, un niño al que diagnosticaron un tumor cerebral con tres años, concluirá el próximo 31 de agosto el reto de nadar 800 kms para recaudar fondos para la investigación de la enfermedad que padeció su hijo.

A día de hoy, han logrado recaudar un total de 7.500 euros, gracias a la solidaridad de amigos y desconocidos que han demostrado su apoyo y han decidido participar.

"Estamos cerca de encontrar tratamientos y curas que no sean tan invasivas y dañinas para este tipo de tumores, por ello es vital que se investigue más" - cuenta David, el padre del pequeño, entusiasmado. Gracias a la donación que se ha realizado a la oenegé británica Brain Tumor Research, se logrará avanzar en el conocimiento de las causas y la cura de este tipo de enfermedades neuro-oncológicas que, tal y como indica David Mayo "reciben ayudas muy inferiores a las que reciben otros tipos de tumor, como el de mama pulmón". 

El autor del reto declara en una entrevista para saludentuvida.com que le hubiese gustado donar el dinero a una oenegé española pero que la investigación nacional es escasa y en el Reino Unido hay muchos laboratorios dirigos por investigadores nacionales, y de todo el mundo.

Las redes sociales han sido fundamentales para esta campaña, ya que la gente ha logrado hacerse eco de la iniciativa y así compartir la información o participar en las donaciones. David Mayo cuenta que incluso se han hecho camisetas con el lema 'We swim because we can' (Nadamos porque podemos).

UN PEQUEÑO GRAN 'SUPERHÉROE'

A día de hoy Bruno tiene cinco años y ha superado su enfermedad, aunque sigue luchando en un largo proceso de rehabilitación. Su vida y la de su familia ha cambiado pero han sabido afrontar la enfermedad de tal forma que puedan ayudar a las investigaciones futuras y a los niños que, desgraciadamente, pasen por la misma situación. Tal y como indican sus padres, Bruno ahora es feliz y muy competitivo, aunque sus limitaciones hacen que "no pueda correr a la velocidad del resto de niños", aunque confían en que en unos años lo conseguirá.

"Cuando mi hijo estaba en coma tras la operación y no se movía, solo soñaba con verle mover un ojo"-cuenta el padre de Bruno para reflejar el momento de ansiedad frustración que vivieron en la familia.