JUICIO EN LA AUDIENCIA DE BARCELONA

Multa mínima a cuatro mossos por pegar una paliza a dos transportistas

Las víctimas aceptan la rebaja de la pena inicial de cuatro años de prisión

J. G. ALBALAT / Barcelona

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Cuatromossos d'esquadra han aceptado una pena de multa por haber pegado a dos transportistas a los que persiguieron y confundieron con dos delincuentes. La fiscala reclamaba inicialmente cuatro años y cuatro meses de prisión para cada uno de ellos por un delito de lesiones, pero al final las acusaciones, entre ellas la que representa a las víctimas, y las defensas han llegado a un acuerdo de conformidad. "Buscábamos un resarcimiento moral, no venganza", ha explicado el abogado de la acusación particular.

Los agentes seráncondenados, por lo tanto, aseis meses de prisión, pero esta pena será sustituida, tal y como se ha pactado, por una multa de 1.440 euros. También tendrán que pagar una indemnización de más de 8.000 euros a uno de los afectados y 6.000 euros al otro. Los agentes no serán inhabilitados, porque la fiscala también ha retirado esta petición.

Receso en Santa Perpètua

Los hechos se remontan a las 1.50 horas del 9 de mayo del 2008. En una gasolinera deSanta Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental)se encontraban los dos transportistas descansando y comiéndose un bocadillo. De repente, vieron que dos vehículos se acercaban a ellos.

En uno viajaban dos de los mossos imputados. Uno de los agentes salió pistola en mano y se acercó a la camioneta de los repartidores de pollos. Creía que dentro había dos sospechosos de haber cometido un delito. Al ver el arma, los transportistas se asustaron y con mucho nerviosismo arrancaron la camioneta y escaparon.

Persecución en la autopista

Su conducta alimentó las sospechas de los policías, que subieron de nuevo al coche y se lanzaron a la carrera. El vehículo policial camuflado impactó en la camioneta, pero no logró detenerla, y se inició una persecución. Ya en la autopista, las víctimas vieron de nuevo a sus perseguidores por el retrovisor y llamaron al 112. A la entrada de Ripollet, observaron con alivio la llegada de un coche patrulla de los Mossos, y se detuvieron “pensando que estos les podrían proteger del fundado temor que sentían”, incide la fiscalía.

Pero no. Al bajar, uno de los policías empujó a uno de los transportistas a la mediana, le tiró al suelo, y otro agente le pegó patadas por todo el cuerpo y la cabeza. "Durante todo este proceso el resto de los acusados permanecieron impasibles ante la conducta de su compañero", relata la acusación. A la otra víctima también se le tiró al suelo y uno de los mossos la golpeó con una barra extensible, a la vez que le daba patadas. Además, le pisaron el cuello para que no se moviera.