EL DRAMA DE LA INMIGRACIÓN IRREGULAR

Movilización en favor del padre del niño hallado en una maleta

Oenegés y juristas reclaman que no se le acuse de un delito de tráfico de personas

La imagen del menor dentro de una maleta detectada por un escáner en Ceuta, en dos pantallas.

La imagen del menor dentro de una maleta detectada por un escáner en Ceuta, en dos pantallas.

AGENCIAS
CEUTA

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Es una barbaridad que se acuse de un delito de tráfico de seres humanos  al padre del niño marfileño introducido en una maleta para cruzar clandestinamente la frontera de Ceuta. Así lo consideran oenegés y juristas, agrupados en la La Red Española por la Inmigración, que han pedido tanto la libertad de Abou A. como la apertura de un debate sobre los requisitos de la reagrupación familiar que fija la ley de extranjería.

«Es difícil entender que se aplique con semejante dureza una legislación pensada para frenar el tráfico de seres humanos a un padre que, llevado por un estado de necesidad, únicamente ha tratado de, según los indicios, conseguir unir a su familia tras una denegada reagrupación familiar a la que no ha tenido acceso por la aplicación de un principio injusto de índole económica», manifestó ayer a través de un comunicado el abogado de la plataforma, Estanislao Naranjo Infante.

El menor, de 8 años, fue localizado el pasado jueves dentro de una maleta que llevaba una joven marroquí de 19 años, que presuntamente se había puesto de acuerdo con el padre del niño para introducirlo en España. El padre fue detenido una hora y media después en la misma aduana cuando también cruzaba a pie la frontera. Tanto él como la joven se encuentran en prisión provisional y el niño, Abou, quedó bajo la tutela de Ceuta e ingresó en un centro de menores.

CON PERMISO DE RESIDENCIA / En la misma nota, Naranjo Infante asegura no entender que se haya dictado prisión provisional sobre el progenitor, «cuando tiene permiso de residencia en España, un domicilio conocido, un trabajo fijo, esposa y una hija en el país».

El arrestado, que tiene tres hijos, vive desde el 2013 en Las Palmas de Gran Canaria. Consiguió reagrupar a su esposa y a una hija, pero ahora no le han dejado traerse al mayor y al pequeño. «Nuestra ley es muy peculiar porque se da la circunstancia de que aquí no se obliga a nadie a que tenga una capacidad económica determinada para ser padre, pero a los inmigrantes sí. Este señor por tener tres hijos y no ganar casi 2.500 euros, que es algo que ganan muy pocos en España, no puede reagrupar a todos sus hijos», clama el abogado.

Asimismo, la red pide a la Defensora del Pueblo que el niño no siga ingresado en el centro de menores y solicitan que interceda para que pueda mantenerse con su núcleo familiar en Canarias, con su madre y su hermana, mientras se desarrolla el procedimiento.