Los Mossos investigan si la explosión de Premià fue accidental o intencionada

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MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / PREMIÀ DE MAR

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Una persona muerta, 17 heridas y un municipio que guardará luto durante los próximos tres días. La explosión, inicialmente atribuida a un escape de gas, que este domingo ha sacudido el centro urbano de Premià de Mar (Maresme), ha dejado a un centenar de personas sin casa –al menos durante unos días- y ha dado lugar a escenas de auténtico pánico a primera hora de la mañana. “Hemos visto a un hombre tratando de salvar su vida mientras se sostenía como podía sobre un saliente de su piso, rodeado de llamas, y a niños pequeños en pijama deambulando por la calle llorando sin consuelo”, explicaba una vecina, apenas una hora después del siniestro.

La deflagración, que los Mossos d'Esquadra investigan si fue originada de manera accidental o intencionada, se ha producido poco antes de las ocho y media de la mañana, por razones que oficialmente no se han concretado, pero que según todos los indicios podrían tener su origen en “una explosión por gas natural”, ha apuntado el jefe de la región metropolitana norte de los Bomberos de la Generalitat, David Borrell. “Tras el estallido, que ha dañado muy seriamente las plantas segunda y tercera del número 196-198 de la Gran Via de Lluís Companys, se ha declarado un incendio, que ha destrozado, a su vez, dos viviendas situadas en el segundo piso”, ha indicado Borrell.

El jefe de los Bomberos ha explicado que la violencia de la explosión ha sido tal que “en los dos domicilios afectados se han desplomado todos los tabiques”. En una de esas casas, concretamente en el segundo primera, se encontraba la víctima mortal, una mujer de mediana edad, según atestiguan los vecinos.

En el mismo piso residía un hombre que se encuentra en estado crítico, con heridas y quemaduras muy graves en más del 30% de su cuerpo y que está ingresado en el Hospital del Vall d'Hebron de Barcelona. Otras dos personas están internadas en la unidad de curas intensivas del Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti) de Badalona y una cuarta, vecina de un edificio contiguo al que se ha producido la explosión, ha sido evacuada al Hospital de Mataró debido a los problemas respiratorios que ha padecido, según ha informado el ‘conseller’ de Interior, Jordi Jané, que ha mantenido por la tarde una reunión de trabajo en el Ayuntamiento de Premià.

De los 13 heridos restantes, ocho han sido atendidos en el mismo lugar del suceso por los efectivos del servicio de emergencias médicas (SEM) y otros cinco han sido hospitalizados tras la explosión, pero han sido dados de alta a lo largo del día.

VA PARA LARGO

El bloque siniestrado, de siete plantas de altura y tres pisos por planta, ha sido evacuado completamente. "Son en concreto 24 pisos, aunque no todos son viviendas familiares, porque hay alguna ocupada por despachos profesionales", ha precisado la administradora de la finca. 

También se han desalojado eventualmente otros dos edificios colindantes: uno de la Gran Via (el correspondiente al número 192-194) y otro de la calle Unió (en la esquina con Gran Via), ambos sacudidos por la deflagración. “Me temo que tardaremos en poder regresar a casa, porque el edificio ha quedado en muy mal estado”, advertía un vecino de uno de los pisos superiores, que ha decidido instalarse de momento con su familia en el pabellón polideportivo habilitado por el consistorio para atender a los afectados.

"Allí tienen, además de comida y atención psicológica, un servicio de duchas y un lugar donde reposar", ha indicado el alcalde, Miquel Buch. Sí pudieron volver, a media tarde de este mismo domingo, la mitad de los vecinos evacuados del edificio de la Gran Via 192-194 y todos los de la calle Unió.

INSTALACIÓN RENOVADA

En su visita a Premià, el ‘conseller’ Jané ha reiterado la hipótesis del escape de gas como la causa más probable de la explosión, aunque ha afirmado que no está claro si este fue fortuito o intencionado. Por esta última versión se inclinan también muchos vecinos, que aseguran que la red de suministro comunitaria fue renovada hace “pocos años”. La administradora de la finca ha confirmado a este diario que el inmueble, construido en la década de 1970 y ocupado por familias de pocos recursos, “está al día en cuanto a inspecciones técnicas”. Gas Natural, por su parte, ha ratificado la corrección y el buen mantenimiento de las instalaciones.

“Si ha habido una fuga de gas, tal vez no haya sido por un fallo en la canalización, sino por algún descuido”, ha insinuado un grupo de vecinas. Especulaciones al margen, la preocupación de las mujeres era, cuando estaban a punto de dar las 11 de la mañana, “que muchos de los niños que están por aquí han salido tan precipitadamente de casa que todavía no han desayunado”.