CONSECUENCIAS DE UN CRIMEN

Detenido otro de los principales sospechosos del asesinato del Port Olímpic

La venganza jurada por el clan del fallecido desencadenó la huida de más de 500 personas de otras familias gitanas de la Mina y Sant Roc

GUILLEM SÁNCHEZ / BARCELONA

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Los Mossos d’Esquadra han detenido a otro de los principales sospechosos del crimen del Port Olímpiccrimen del Port Olímpic, que ha sumido la Mina (Sant Adrià de Besós) y el barrio de Sant Roc (Badalona) en la peor crisis de seguridad y convivencia de los últimos 25 años.

Más de 500 personas de los clanes gitanos de los ZorrosCascabelesManuel y Pelúos tuvieron que escaparse para evitar que recaiga sobre ellos la venganza de los Baltasares. A este clan pertenecía el hombre asesinado en la discoteca Nirvana el pasado 24 de enero. Todos los huidos guardan algún tipo de vínculo familiar con los ocho sospechosos de rodear al hombre y darle muerte clavándole una botella de vidrio rota.

Los hechos ocurrieron de madrugada en la discoteca, mientras la víctima se encontraba en el centro de la pista de baile. Los autores del ataque se acercaron al hombre, de los Baltasares, y lo apuñalaron. Se desangró en poco tiempo y ya ingresó sin vida en el Hospital del Mar.

La noticia de su muerte desató el pánico entre los familiares de los sospechosos, temerosos de la reacción de los Baltasares, uno de los clanes gitanos más temidos. Aquella misma noche se dieron a la fuga, abandonando sus domicilios y sus negocios, los parientes más cercanos de los implicados en el altercado. Pero durante los días siguientes se vieron obligados a sumarse también a esta diáspora el resto de familiares, sin importar lo lejano que fuera su vínculo con los autores. 

Ramona, la madre del fallecido, en declaraciones a este diario dos semanas después, dejó claro que si la policía no capturaba a los ocho hombres que participaron en el asesinato de su hijo, ellos se encargarían de que recibieran "la pena de muerte". 

40 DÍAS DE DESTIERRO

Los Baltasares consideran al hombre detenido por los Mossos, cuyas iniciales son J. B. F., el principal responsable de este crimen. Por ello, este arresto puede convertirse en la clave que permita alcanzar un acuerdo de paz entre los Baltasares y el resto de familias huidas de la Mina y Sant Roc, que ahora llevan ya más de cuarenta días de destierro forzoso.

Tal como constató este diario, la situación de estos desplazados comienza a ser “insostenible” porque, entre otras cosas, la sufren menores que están perdiendo su curso escolar. 

La unidad de mediación de los Mossos trabaja desde que arrancó esta crisis para evitar un enfrentamiento violento entre las familias gitanas implicadas. A pesar del pánico que azota la Mina y Sant Roc, de momento no se ha derramado más sangre.

Con la de este sábado ya son dos los detenidos del grupo de ocho sospechosos de cometer el asesinato. El primero fue arrestado en Bilbao, una semana después del crimen.