Mollet y Sabadell se suman a las multas a bancos con pisos vacíos

La presión de los ayuntamientos a los bancos para que dediquen sus viviendas vacías a alquiler social aumenta. Las localidades de Mollet del Vallès (Vallès Oriental) y Sabadell (Vallès Occidental) se sumaron ayer a la lista que encabezó Terrassa

días atrás, cuando celebró el año nuevo sancionando con tres multas de 5.000 euros a bancos por mantener vacías viviendas pese a los requerimientos del consistorio. Mollet y Sabadell anunciaron que se acogen a la misma vía legal que Terrassa: la ley  catalana de derecho a la vivienda, que data del 2007 y permite sancionar a los propietarios que tengan una vivienda vacía más de dos años. Estas dos localidades empiezan ahora el proceso que Terrassa inició hace medio año, cuando, en mayo, abrió 725 expedientes a bancos, uno por piso vacío. De ese total, tres han desembocado por ahora en una multa. Mollet cifró los pisos de bancos sin ocupar que  hay en el municipio en unos 400 y anunció multas de entre 3.000 y 900.000 euros, límites que marca la ley.

La decisión de sancionar a los bancos es una novedad remarcable a la que no es ajena la labor de concienciación de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que el pasado viernes anunció una campaña de presión a las instituciones, ayuntamientos pero también comunidades autónomas, para que se generalice la imposición de multas a las entidades bancarias que hagan caso omiso y mantengan vacíos los pisos en su propiedad que no logran vender y que en muchos casos se antojan ya totalmente invendibles.

Los consistorios se quejan de la dejadez de las entidades bancarias al ocuparse de grandes grupos de viviendas que tras la explosión de la burbuja inmobiliaria quedaron sin salida. Entre las denuncias más frecuentes de los ayuntamientos figura la de que los bancos no se ocupan de limpiar los inmuebles, lo que redunda en perjuicio de la zona y los vecinos. Tiempo atrás, Badalona ya amenazó con sanciones a las entidades.

EL DIÁLOGO FUE INÚTIL / Terrassa no multó a los bancos a la primera espantada. En diciembre del 2011, el tema estaba encima de la mesa, y en enero del 2012 el ayuntamiento inició una serie de conversaciones con entidades bancarias, que con el tiempo se han revelado inútiles por la falta de colaboración. Según el cálculo municipal, en el partido judicial egarense (que incluye Terrassa, Viladecavalls, Castellbisbal, Rubí y Sant Cugat) había entonces unos 5.000 pisos vacíos en manos de bancos.

Las reuniones, según recordaba días atrás la concejala de Vivienda de Terrassa, Lluïsa Melgares, no acabaron en acuerdo. Es más, la colaboración mostrada por los bancos distó mucho de ser ejemplar. Algunos intentaron esconder los pisos poniéndolos a nombre de otras firmas de la misma entidad. No se trata de una estratagema pionera: es frecuente que los bancos envíen a segundas marcas de su propiedad a comprar los pisos de desahuciados cuando llega la subasta.