Miguel Ángel Ramírez: "Lo primero que pienso al despertar es en un avión"

En su domicilio familiar de Castelldefels no paran de sonar timbres: el del móvil, el del whats, el del fijo y el de la puerta. A sus 20 años, armado con una cámara de alta definición con un zoom de 30 aumentos y una pasión por los aviones fuera de lo común, este estudiante se ha convertido en el videospotter -«técnicamente: videógrafo aeronáutico», matiza- del año.

-¡La que ha liado!

-Esto no es sano. ¡Necesito cinco secretarios! No doy crédito. Yo quería regalar el vídeo  a alguna tele de aquí, pero no lo quiso ninguna y acabé compartiéndolo por internet. Enseguida me llamaron de un canal de Estados Unidos y ahora me lo pide por favor hasta la BBC.

-Es que las imágenes son impactantes.

-¡No todos los día se te cruza un avión cuando vas a aterrizar! El sábado era una mañana de aviones grandes. Faltaba poco para las siete y estaba con un amigo en la cabecera de la pista 20, que es uno de mis puntos de avistamiento favoritos. De repente vimos, a lo lejos, cómo venía el Boeing 767-300 de Utair y cómo el Airbus A340-300 de Aerolíneas Argentinas ya estaba rodando. Estaba convencido de que el de Aerolíneas se pararía.

-Pero no lo hizo.

-Yo no podía dar crédito. Cuando amplié campo vi que el avión seguía  en movimiento y cuando metí zoom otra vez la cabeza del de Aerolíneas apareció por mi cámara. Entonces me asusté. Luego el piloto de Utair hizo la maniobra de go around [volver a elevarse], que se hace cuando no te gusta lo que ves en la pista. Como piloto virtual en un simulador de vuelo sé que una pista no se puede cruzar sin mirar a los lados para ver si viene un avión o no. Parece una chorrada, pero es básico.

-¿Había visto antes algo así?

-No. Yo entré en este mundo en 2009 gracias a Marc Burgueros, con el que llevamos la página www.aerobarcelona.com.  En todo este tiempo no había visto nada igual, ni aquí, ni en Londres, París, Toulouse, Palma de Mallorca, Madrid, Amsterdam...

-Gracias a estas imágenes es usted el videospotter del año.

-Técnicamente soy un videógrafo aeronáutico. Soy de los pocos spotters que no hace fotos, sino vídeos de aviones grandes y de carga. A veces se ve lo que hacemos como algo peligroso, pero todo es legal. Gracias a las fotos de unos amigos míos spotters se destapó la trama de los vuelos secretos de la CIA en Palma.

-Su pasión por los aviones viene de lejos.

-Desde pequeñito quería ser piloto pero como no tenemos tanto dinero escogí un plan B: estudiar mantenimiento de aeronaves. Ya que no iba a volar aviones, por lo menos los tocaría y estaría donde a mí me gusta, en los aeropuertos. Quizá algún día ahorre para sacarme el título de piloto.

-Podría empezar ahora, con lo que le han pagado por el vídeo.

-No sé, pero una cámara nueva igual cae.

-¿Qué es lo que le atrae tanto?

-Es una pasión tan grande que no sé cómo describirla; no tengo nada más grande en mi vida ahora mismo. Lo primero que pienso al despertarme es en un avión. Me gusta verlos tocar tierra, hacerles cámaras lentas, vídeos con música, con sentimiento... Me gustaría transmitir al mundo la necesidad de fomentar una cultura aeronáutica, cosas básicas que cualquier persona que va a volar en un avión debería saber.

-Por ejemplo, qué es un go around.

-Hace poco un piloto hizo un go around en El Prat. ¿Sabe por qué? Había tortugas en la pista y esperó a que pasaran. Es una maniobra evasiva normal cuando ves un aterrizaje inseguro. Si el tren de aterrizaje pega contra una tortuga a esa velocidad... Parece mentira, pero con una cosa tan pequeña puede pasar una cosa muy gorda.