La revuelta contra el negocio de la menstruación llega tímidamente a España

TAMPAX COMPRESAS

TAMPAX COMPRESAS / periodico

MARÍA G. SAN NARCISO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cualquier niña, adolescente o mujer que se encuentre en etapa fértil va a tener que adquirir obligatoriamente (salvo por motivos puntuales de salud) productos para la menstruación. Aunque la situación sea igual para todas, no lo son los medios económicos que tienen para acceder a dichos artículos, algo que las leyes tributarias no parecen tener en cuenta: desde 1973, todos los periodos de la Unión Europea están gravados. Por eso ahora mujeres de distintos países se están uniendo vía online para reclamar que la inevitable compra de compresastamponescopas menstruales o protegeslips salga más barata.

España sirve de ejemplo. Las niñas tienen la primera regla en promedio a los 12 años. La última, a los 51. Teniendo en cuenta que la menstruación tiene lugar cada 28 días, 13 veces al año y durante 39 años de media, el resultado es un total de 507 periodos. Un paquete de tampones o de compresas puede costar entre dos y cinco euros. La multiplicación del número de periodos por el precio de los productos, por lo alto o por lo bajo, resulta en una suma que una parte sustancial de la población femenina considera muy elevada. Elevada pero obligatoria. 

CONTRA LA 'TASA TAMPÓN'

El debate en Europa está abierto. Organizaciones de diferentes países reivindican una disminución de la denominada tasa tampón. Las últimas en conseguirlo han sido las francesas. En noviembre del 2015, el Senado del país galo votaba una importante reducción del IVA sobre estos productos, del 20% al 5,5%, acercándose al gravamen de países como Inglaterra, donde es del 5%. Allí, en Inglaterra, la lucha va encaminada a la exención total del impuesto, como ya ocurrió en Canadá (gracias, también, a una movilización en la web). La campaña Stop taxing periods (Dejen de gravar el periodo) lleva recogidas más de 300.000 firmas. También exigen la reducción del IVA en Alemania, donde actualmente estos productos soportan un tipo del 19%.

Lo que pasa es que en Canadá a los políticos decir la palabra menstruación no les cuesta nada", sentencia Celia Blanco, periodista que ha comenzado una de las campañas para exigir que se reduzca el IVA en España: 110.000 apoyos ha conseguido ya su iniciativa en change.org. Desde la subida de los tipos en el 2012, las compresas, tampones, copas y protegeslips soportan en España un 10% de IVA, muy por encima del 4% de otros productos de primera necesidad como los medicamentos. “No es de primera, es de primerísima necesidad. No es algo de lo que se pueda prescindir, es una necesidad sanitaria e higiénica”, sentencia Rubén Sánchez, portavoz de Facua-Consumidores en Acción, organización que lleva tiempo pidiendo al Gobierno que se replantee este tipo impositivo. “La excusa es que Bruselas no lo permite, pero el futuro Gobierno debería plantearlo”. Según la normativa comunitaria, los países de la UE pueden gravar estos productos con un tipo reducido siempre que no sea inferior al 5%.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"La normativa comunitaria permite gravar","text":"\u00a0estos productos con un tipo reducido siempre que no sea inferior al 5%"}}

"Yo mandé la convocatoria a las cuentas de Twitter de los candidatos a presidente del Gobierno", dice Blanco, que solo recibió respuesta de Izquierda Unida, formación que llevaba la reducción del tipo impositivo de las compresas (y los pañales) en su programa. "Las cosas de las mujeres importan muy poco, porque tampoco tenemos mujeres en el Gobierno que se encarguen de que importe". Blanco recuerda cuando en octubre el Gobierno francés se negaba a bajar la 'tasa tampón' y Christian Eckert, secretario de Estado para el presupuesto nacional, dijo que la espuma de afeitar también tributaba el 20%. O cuando, en la reforma del IVA del 2012, nadie puso el grito en el cielo para defender estos productos, aunque afectase a millones de personas. 

ALTERNATIVAS SIN PUBLICIDAD

El precio entre un artículo y otro puede variar mucho. Facua ha publicado un estudio que recoge los precios según productos, marcas, supermercados y localización. Dependiendo de esos factores, la diferencia de precios entre compresas alcanza el 400%, y entre tampones, el 185%. Por eso, las organizaciones de consumidores recomiendan comparar bien para ahorrar en la medida de lo posible. 

Ahora bien, existe una alternativa más económica: las copas menstruales. Se trata de un dispositivo de silicona con forma de campana que se coloca en la parte final de la vagina para recoger el flujo menstrual. Su precio oscila entre 20 y 30 euros y su vida puede prolongarse hasta los 10 años. A pesar de que su aparición se remonta a los años 30 en EEUU, en España todavía están dándose a conocer. ¿La razón? "Los intereses creados por las empresas de tampones y compresas”, señala Gema García Gálvez, ginecóloga del Hospital Quirón Madrid. Para la doctora, a las compañías que comercializan estas copas tampoco les sale rentable publicitarse en exceso. Un ejemplo más de cómo un tema relacionado con la menstruación sigue estando en la sombra.