Melilla espera el gran salto

La Guardia Civil pronostica una avalancha masiva contra la valla

Unos inmigrantes se calientan con una hoguera, en Melilla.

Unos inmigrantes se calientan con una hoguera, en Melilla.

MAYKA NAVARRO / Melilla

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Hasta ahora, los inmigrantes que accedían a Melilla por la valla saltaban por una veintena de puntos de los 12,7 kilómetros que mide el muro que separa Marruecos de la ciudad. La nueva alambrada con cuchillas (concertina) que el Ministerio del Interior acabó de instalar la semana pasada se ha colocado precisamente en esas zonas calientes por las que habitualmente accedían los subsaharianos. Tres kilómetros de alambre en forma circular con cuchillas de acero inoxidable que se ha instalado a seis metros de altura y que se diferencia del resto de concertina que nunca se retiró porque al ser nueva el metal brilla todavía. Los otros diez kilómetros de valla sin nuevas cuchillas son el objetivo de los 2.000 inmigrantes que esperan su oportunidad en los campamentos del monte Gurugú. Lo intentarán provocando una avalancha multitudinaria, según las informaciones con las que trabaja la Guardia Civil de Melilla y a las que ha tenido acceso EL PERIÓDICO.

Según estos informes policiales, los subsaharianos del otro lado de la frontera conocen la valla a la perfección. Durante los meses que permanecen en el Gurugú dedican las 24 horas del día a esquivar las redadas de la policía marroquí, a buscar comida con la que sobrevivir y a planificar el salto. Es la última etapa de un durísimo camino huyendo del hambre que algunos iniciaron hace muchos años.

>> Lea la información completa sobre la entrada de inmigrantes en Melilla en e-Periódico.