Un matrimonio, ella en fase terminal, recurre al suicidio asistido conjunto en Holanda

"Las personas que no están enfermas pero descubren que su vida no tiene sentido deberían poder morir", escribieron en su obituario

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SILVIA MARTINEZ/ LUIS VELLÓN / BRUSELAS

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Los holandeses Frans Jozef van der Heijden, de 78 años, y su mujer Connie, de 76 y en fase terminal, llevaban casados 53 años. El pasado viernes decidieron recurrir a una eutanasia conjunta para poner punto final a su vida en común. Una decisión meditada que explicaron a través de un obituario publicado en un diario holandés. “El debate sobre la vida elegida todavía está dominado por la cuestión de si las personas que piensan que han completado su vida pueden terminar con ella”, aseguran en la carta. "Las personas que no están enfermas pero descubren que su vida ya no tiene sentido, deberían tener permitido morir”, añaden.

Frans Jozef, exdiputado democristiano y católico devoto, prometió a su mujer Connie -también política en la ciudad de Rotterdam- que estaría con ella en la salud y en la enfermedad. Y llevó esta promesa hasta las últimas consecuencias. La enfermedad de su esposa estaba ya muy avanzada por lo que se convenció de que la mejor opción sería la eutanasia y acompañarla en esa decisión. En su esquela puede leerse: “No quisieron separar lo que unieron en abril de 1963”.

En el obituario, además de criticar la normativa actual sobre la eutanasia, dedicaron unas palabras al sistema sanitario holandés que, según ellos, se ha deteriorado considerablemente en los últimos tiempos. Por ello decidieron morir en su casa, en compañía de familiares y no en un hospital.

5.500 EUTANASIAS EN 2015

La legislación holandesa permite desde el año 2003 la eutanasia en los casos en los que el paciente sufre una enfermedad terminal o un sufrimiento insoportable –fue uno de los primeros países en legalizar la muerte asistida- pero el debate se ha reabierto de nuevo recientemente tras conocerse la voluntad del gobierno de ampliarla, bajo estrictas condiciones, a las personas mayores que creen que su vida ha llegado a su fin. En el 2015 murieron por suicidio asistido 5.516 personas, el 3,6% de todos los fallecimientos.

La pareja asegura en la carta que lo más lógico sería que “las personas cuyas vidas amenazan con convertirse en un gran sufrimiento, puedan terminar con su vida” antes de que ésta suponga una carga para ellos mismos y para los que les rodean. Es decir, defienden el derecho a no sufrir tanto si uno está enfermo como si no.

Frans Jozef fue diputado por el partido democristiano en el parlamento holandés desde 1982 hasta 1998, así como miembro del consejo de la ciudad de Rotterdam desde 1970. En 1998 abandonó su escaño como parlamentario para volver al ayuntamiento de su ciudad, hasta el 2006. Su partido no ha querido hacer declaraciones al respecto, pero sus compañeros de la política le recuerdan como un hombre “apasionado y auténtico”. “Estoy triste y muy impresionada”, dijo Ruth Peetom, portavoz de los democristianos.

EL CASO DE BÉLGICA

Holanda no es, sin embargo, el único país europeo donde la eutanasia es legal. En su vecina Bélgica, que permite la eutanasia a menores sin límite de edad, los casos de personas que recurren a la muerte asistida han aumentado notablemente en los últimos años. Según el informe de la comisión de evaluación y control de la eutanasia relativo al 2016, los casos han aumentado un 41% en los últimos cuatro años y el 63% corresponden a personas de más de 70 años. Concretamente, en el 2014 la comisión habría recibido la notificación de 1.928 solicitudes de eutanasia y 2.022 en el año 2022, cerca de 4.000 en total, la gran mayoría correspondientes a pacientes de entre 70 y 89 años procedentes de Flandes o neerlandófonas. El grueso de ellas se practicaron en casa y el motivo principal fue el cáncer.