REFORMA DE UNOS ESTUDIOS CUESTIONADOS

Magisterio tendrá un examen específico de acceso el 2017

Clase de Didáctica de la Lengua en la facultad de Educación de la UB.

Clase de Didáctica de la Lengua en la facultad de Educación de la UB.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / BARCELONA

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Los estudiantes que quieran estudiar las carreras de Maestro de Educación Infantil Maestro de Educación Primaria en alguna de las facultades catalanas que imparten estas titulaciones tendrán que realizar, a partir de junio del 2017, una prueba específica de acceso, para demostrar sus habilidades comunicativas y acreditar que tienen experiencia previa trabajando con menores, según adelantó el coordinador del programa de Mejora e Innovación en la Formación del Profesorado, Miquel Martínez. Este examen se realizará al margen de la reválida que ese año harán los estudiantes.

El objetivo de la prueba de acceso, inspirada en la que se realiza en Finlandia, es comprobar que, además de los conocimientos básicos, los estudiantes que aspiran a convertirse en maestros tienen una aptitud y habilidades personales, como la empatía y la capacidad de liderazgo y de trabajo colaborativo, que les predisponen favorablemente para desempeñar la profesión, explicó Jari Lavonen, profesor de Educación de la Universidad de Helsinki y participante en un simposio organizado ayer en Barcelona por el equipo que trabaja en la reforma de los estudios de Magisterio en Catalunya.

«Un tercio de los países europeos tienen ya pruebas específicas de acceso para Magisterio y algunos de ellos realizan también entrevistas a los candidatos», indicó Enric Prats, profesor de la Universitat de Barcelona (UB) y también coordinador del programa. «Además -indicó Prats- hay una docena de países, entre ellos Francia, Italia, Finlandia, Islandia y Croacia, en que la titulación de maestro tiene nivel de máster».

ESTUDIOS MÁS LARGOS

Uno de los retos que se han fijado los promotores de esta reforma, en la que participan 40 grupos de trabajo, formados por profesores universitarios, maestros y representantes de la Administración, es que los estudios de maestro se equiparen -o «armonicen», como lo definió Miquel Martínez- a los de profesor de secundaria. Eso pasa, indicó el catedrático de la UB, porque «sean estudios de 300 créditos, es decir, de cinco años de duración». La fórmula podría ser la del 3+2, «aunque eso hay que acabar de determinarlo en el debate que se abra cuando se trate sobre la implantación de los nuevos grados», precisó.

Otra aspiración de los coordinadores del plan de mejora de Magisterio es incrementar el reconocimiento público de la profesión docente. «En la actualidad, pese a que es una profesión con buena reputación, un profesor necesita haber trabajado 40 años para mejorar su salario en un 40%. En el Reino Unido, en 10 años, el aumento salarial puede ser de hasta el 70%», señaló Prats. Prestigiar la profesión es un modo, añadió, de hacer que estos estudios más atractivos para los jóvenes que van a empezar en la universidad y de captar a los más brillantes.